Por Marco Antonio Medina Pérez
Adolfo Ruiz Cortines ha sido reconocido como uno de los primeros presidentes de la república en promover la austeridad y la honestidad en el servicio público, a lado de él, Enrique Rodríguez Cano como Secretario de la Presidencia, se destacaba por su sencillez característica, no obstante el poder que representaba ser el funcionario más cercano al titular del Poder Ejecutivo Federal, era carismático, educado en su trato y eficiente para resolver de inmediato los problemas que en esa instancia se le presentaban, escribió el cronista de la Ciudad de México Salvador Novo en sus memorias.
Enrique Rodríguez Cano gozaba como nadie de toda la confianza y de la confidencia del Presidente Ruiz Cortines, quien llegó a expresar que era el único que lo entendía, que lo apreciaba como su hijo y con quien por las tardes caminaba por los jardines y bosques presidenciales o degustaba una taza de café cotidianamente, Rodríguez Cano le mostró habilidad también para operar su ideario político.
Enrique Rodríguez Cano representaba la esperanza de Tuxpan para alcanzar un mayor desarrollo, murió muy joven de hepatitis durante su gestión a lado de Ruiz Cortines, para la rumorología intereses contrarios al crecimiento de Tuxpan, lo habían envenenado, lo cierto fue que falleció por una enfermedad complicada no bien atendida en su momento, su muerte cayó como un balde de agua fría no solo en la región de Tuxpan donde se le apreciaba y se había llegado a pensar que podría haber sido el sucesor de don Adolfo Ruiz Cortines en la Presidencia de la república, solo conjeturas y sueños de sus paisanos, que por la cercanía que alcanzó con el Presidente desde que este fue Diputado Federal por Tuxpan, se fortalecían.
Su fallecimiento el 7 de junio de 1955 cimbró las esferas gubernamentales de todo el país, Rodríguez Cano era apreciado por propios y extraños que lo llegaron a tratar.
Enrique Rodríguez Cano no nació en Tuxpan, nació en la comunidad de Balcázar, pero se desarrolló en esta ciudad donde a la edad de 24 años llegó a ser Presidente Municipal y más tarde Diputado Local iniciando una carrera política que lo llevaría por los pasillos del poder de Xalapa la capital del estado y la capital del país, desde donde nunca se olvidó del puerto de Tuxpan y contribuyó con diversas gestiones al desarrollo de este municipio.
Ahora al recordar el 108 aniversario de su natalicio, es bueno recordar las virtudes de la austeridad y de la honradez que promovió el gobierno de la república donde se desempeñó en uno de sus cargos más importantes, virtudes que ahora han cobrado nueva dimensión con la Cuarta Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que va con toda la fuerza del estado contra la corrupción en el país, llegando hasta personajes que antes se consideraban intocables, poniéndole un alto al saqueo o al atraco del país.
Falta mucho por hacerse todavía, pero este nuevo gobierno apenas tiene un poco más de un año en funciones, después de más de medio siglo de corrupción, que empobrecieron la nación, aun así se empiezan a ver cambios y beneficios para la mayoría en diversos sectores de la población antes marginada de la gestión pública.
Recordar a Enrique Rodríguez Cano, es recordar la agenda pendiente que tenemos los tuxpeños con el desarrollo de Tuxpan, han pasado ya muchas décadas desde la muerte del ilustre tuxpeño y los sueños para la grandeza de Tuxpan, continúan vigentes, pero a diferencia de otros tiempos, ahora si la hora de Tuxpan ha llegado y con la participación de la sociedad y los tres niveles de gobierno, se pueden encausar un nuevo desarrollo para Tuxpan, un desarrollo sustentable que sea modelo de crecimiento ordenado en el país, un proyecto piloto donde se conjuguen las potencialidades regionales de Tuxpan y el proyecto de nación, con justicia social que reclaman los mexicanos.
La política debe dejar de ser patente de corsario, título de señor feudal, escaparate de narcisos, o fábrica de millonarios, se le debe devolver su esencia, como servicio a los demás, como factor de desarrollo, donde sea la sencillez y no la prepotencia la que marque las actitudes, donde se le de respuesta a todas las demandas que plantea la ciudadanía, que debe ser la que oriente las acciones de gobierno y no el interés particular, que impulse un crecimiento que se traduzca en que todas las familias puedan vivir mejor, donde haya oportunidades para todos y servicios públicos de calidad, donde juntos construyamos una ciudad del mundo, y demos el salto a esa nueva urbe que soñaron las generaciones desde hace más de un siglo.
Por mi parte desde el Congreso Federal estaré pendiente para apoyar las mejores causas de Tuxpan, de la zona norte de Veracruz y del país, para que con los nuevos ejes de desarrollo México avance y juntos hagamos historia.