Por Inés García Nieto
En la congregación de Santiago de la Peña, a calle y media del río Tuxpan, existe un refugio para perros heridos por accidente y maltrato de sus propios dueños, así como para gatos callejeros.
Su benefactora es la señora Olga, y los 34 gatos y los cerca de 20 perros de todas las razas que en la casa habitan desde hace seis años, de ella reciben amor, alimento, limpieza y atención médica, pues estos animales fueron abandonados con heridas en cuerpo y cuello, por quienes una vez fueron sus dueños.
El “Bobby”, el perro que hace tres años encontró en la esquina de una panadería de Santiago de la Peña, lastimado en su cuello con el alambre que era amarrado, fue envenenado en los primeros días de febrero junto con dos gatas de nombre “Gertrudis” y “Pinta”.
Lamenta que en el mundo halla personas que sientan satisfacción lastimando a seres indefensos, pues en el caso de envenenamiento los animales tardan hasta cuatro horas para morir.
En la calle Hinojosa, donde está el refugio de perros y gatos, ha habido otros casos de envenenamiento. Olga dice que todos los pollos de una vecina aparecieron muertos una mañana, y una pareja vio morir a su perro sin poder hacer nada por él.
A la pregunta de que requisitos pide a las personas que piden perros y gatos en adopción, la benefactora de estos animales sin dueño informa que el principal es que demuestren amor, y que bajo ninguna circunstancia los da cuando alguien los pide como regalo para sus hijos. Por qué es la pregunta que se le hace y ella responde.- Porque un animalito no es un juguete.
Según relata, ella saca a caminar a los perros todos los días de mañana o de tarde, pues cree que los animales no deben estar encerrados todo el tiempo. Dan un largo paseo por la ribera del río Tuxpan, y los perros corren con libertad.
Los perros son bañados cada ocho días con shampoo, reciben una solución para evitar pulgas y garrapatas, y la totalidad de ellos tienen sus vacunas. En el caso de las perras y las gatas, estás son intervenidas quirúrgicamente para no procrear más crías.
Los gatos que al momento reciben asilo en ese refugio particular, así como croquetas y agua, reciben los nombres de Garfield, Rubén Dario, Sax, Lady, Kimberli, Junior, Muñeca, Samantha, Vicky, Lucas, Firulais, Negro, Heydi, Filemón, Taka, Miguelito, Andrés, Blanca, Natasha y Galilea, entre otros de igual popularidad.
Todos los días que dura su confortable vida, los gatos y los perros duermen en sus respectivas jaulas, mientras docenas de pescuezos de pollo hierven en una gran cacerola. A su lado en el piso, bultos de croquetas están apilados, mientras en una jaula de aves el gallo de nombre “pollito” muestra los primeros cambios hormonales que lo hacen lucir su roja y brillante cresta.
El refugio de los perros y gatos callejeros está en la calle Hinojosa número 3, entre las calles 5 de Mayo y Álvaro Obregón, a tres cuadras del Museo México-Cuba, en Santiago de la Peña.
Olga dice que estos animalitos son ofrecidos en adopción, siempre y cuando las personas demuestren amarlos. Según su experiencia, las personas humildes son quienes deciden tener como compañía a este tipo de mascotas.