Por Inés García Nieto
En la huasteca veracruzana, la Jurisdicción Sanitara 02 de la Secretaría de Salud de Veracruz, tenía registrados a 3 mil 954 pacientes con diabetes mellitus, a mediados de febrero de 2012.
La incidencia de diabetes es alta. Por ello, en Tuxpan se creó en 2011 un Centro de Diabéticos en la colonia Jardines, que al momento atiende a 2 mil 700 enfermos de 13 municipios de esta jurisdicción, enfermos que son canalizados a través de los Centros de Salud y quienes a su vez están en el programa Seguro Popular.
El doctor Armando Salinas García, coordinador del Programa de Adulto y Adulto Mayor,opina que la incidencia de diabetes es tan alta en los 13 municipios que conforman la Jurisdicción Sanitaria 02, que para atender a los casi 4 mil pacientes registrados el ideal sería contar con otro Centro de Diabetes en la zona más alejada a Tuxpan.
Indica que estos pacientes son atendidos dentro del Programa de Los 5 pasos de la Salud, y que la mayoría de los enfermos de Tuxpan padece la diabetes mellitus o diabetes tipo dos, que es la que se controla con medicamentos pero por desgracia los pacientes no se apegan al tratamiento recomendado, y eso dificulta el control.
La diabetes mellitusafecta al páncreas que es el órgano responsable de producir la insulina que el cuerpo necesita, por ello los enfermos han de llevar una dieta más sana,y hacer ejercicios todos los días, mismos que son indicados por el sector salud.
En Tuxpan hay 700 personas con esa enfermedad, dice el médico y agrega que en los 13 municipios que conforman la jurisdicción están contabilizados 3 mil 954 personas.
Tuxpan y la huasteca es reflejo del problema de salud que aqueja al país, reitera: México es el país que tiene mayor obesidad en mundo, y eso predispone a la población a estar en mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Y como está visto que la población confunde gordura con salud, el sector salud recomienda vigilar la talla, tener una dieta más sana, así como evitar el consumo de refrescos, pastelillos, productos chatarra, y la carne de cerdo y sus derivados.
El problema de los mexicanos, y en gran manera de niños, adolescentes y jóvenes es que se exceden consumiendo productos chatarra. Al momento, una esperanza para esta gran población es que en las escuelas ya se está pidiendo a los responsables de las cooperativas que venda alimentos más sanos, más nutritivos, dice.
En este punto menciona Salinas García y concluye:
En 2012, la Jurisdicción Sanitaria 02 tiene como meta encuestar a 127 mil 210 estudiantes de más de 20 años, con el propósito de detectar a tiempo esta enfermedad que al momento ya es alta,pues en Tuxpan un adolescente de 14 añosrecientemente fue diagnosticado con diabetes.
Si a la obesidad se le suma el estrés y falta de ejercicio, el diagnóstico es pesimista para México, asegura.
Mariana tiene diabetes desde hace 23 años. Piensa que la enfermedad se desarrolló por la vida de infierno que vivió cuando niña.
A Mariana Solis le diagnosticaron diabetes mellitus hace 23 años.
En los análisis que médicos militares solicitaron antes de operarla de la matriz, se descubrió que ella padecía esta enfermedad.
Originaria de una comunidad de Texcatepec, en la huasteca de Veracruz, Mariana informa tener 54 años de edad. Dice que por parte de sus padres no hay diabéticos, pero cree que sufre esta enfermedad a causa de la vida de infierno que vivió cuando niña, y luego como esposa pues su padre la entregó en matrimonio a los 15 años, cuando ella sentía terror de ser tocada por un hombre.
A la pregunta de qué malestar experimentó antes de saber que tenía diabetes, la delgada mujer que apenas llega a los 45 kilos, indica que a los 30 años ella se quejaba mucho de dolor de piernas, de los muslos principalmente, y lo atribuía a estar de pie mucho tiempo pues por entonces lavaba y planchaba en diferentes casas, para ayudar en la economía de su familia.
Como su esposo era militar, los médicos del Hospital Miliar Regional que la atendieron sospecharon que el dolor en sus piernas era porque tenía la matriz desviada. Le hicieron análisis clínicos y estos reportaron la presencia de diabetes. La intervinieron en Tuxpan, pero durante la recuperación el dolor de piernas aumentó. Su esposo pensaba que el dolor era consecuencia de la abertura de la piel del bajo vientre que abarcó de hueso a hueso del coxis, pero nuevos estudios determinaron que Mariana tenía quistes en ambos ovarios. Estos eran tan grandes que no cabían en un frasco grande de mayonesa.
Su esposo le dijo.- ¿Dónde tenías metidos tan grandes tumores, que viéndote de frente no se te veía nada?
Mariana, entonces con sus cuatro hijos estudiando empezó a recuperarse lentamente. Empezó a sentir sed y hambre con desesperación, así como insomnio y mareos. Los médicos le dijeron que estos malestares eran ocasionados por la diabetes y debía cuidar su alimentación, pero ella comía lo que tenía a la mano, pues los gastos eran grandes y poco el ingreso.
En la cocina de su casa, ella dobla el pie derecho para mostrar qué tipos de ejercicios debe hacer dos veces al día para dar flexibilidad a muslos y tendones. Una vez sentada recuerda parte de su infancia.
De niña yo no supe de hambre, pues siempre había carne, leche, quesos, frijoles y tortillas, pero en el pueblo no se usaba el jitomate para guisar. Las sopas se hacían solo con ajo y cebolla, y los hombres comían hasta tres tortillas con salsa verde, hecha de puro chile.
Si su alimentación fue buena y ninguno de sus padres padeció de diabetes, entonces ¿qué pudo pasar?
No lo sé, pero lo que sí me queda claro es que cuando me preocupa algo económico o problemas en la familia, el azúcar me sube hasta 800…eso dicen los médicos.
Al decir que hoy se ha vuelto impaciente o enojona porque a veces la rodilla le duele mucho, porque no duerme lo suficiente por el insomnio que padece, o por la infancia de terror que le tocó vivir, Mariana dice:
Yo creo que todas las personas sufrimos de pequeñas, pero yo crecí en el infierno porque mis padres se agredían muy feo. Como mi papá tomaba aguardiente, llegaba a maltratar a mi mamacita y ella se defendía con lo que tuviera a la mano. Una vez mi padre, que hoy vive con otra mujer, le quiso pegar con el machete y mi mamá sacó un leño encendido del fogón y se le fue encima. Otra vez ella le aventó el meclapil, y yo a un lado llorando de susto…Mi padre me dio en matrimonio a los 14 años, y me casaron a los 15. Siguió otra etapa de sufrimiento, porque siendo yo una niña, no quería ser tocada por mi esposo, sentía terror, pero él pensaba que yo quería a otro hombre…Los golpes y las ofensas también me acompañaron en mi vida de casada…entonces empecé a fumar tabaco puro para sentir menos miedo…
En marzo de 2011, en uno de esos mareos que los diabéticos padecen, Marina se cayó al dar de comer a su perro. Cayó de sentaderas y la cadera derecha empezó a dolerle tanto, que dejó de caminar. A ella le molestaba hasta el peso de las cobijas, y su esposo le llevó un huesero. Éste, con sus fuerzas de hombre hizo que ella doblara la pierna hacia su pecho, y su pierna le lesionó quedando rígida. Su tendón se atrofió de tal forma, que en las placas de Rayos X se veía como un pequeño moño. El dolor hacía que Mariana gritara mañana, tarde y noche, y solo con varias medicamentos puestos en el suero, ella podía dormir sin tanto dolor.
Sin mejoría en su pierna, del Hospital Militar Regional de la huasteca veracruzana fue canalizada al Hospital Central Militar, y ahí le dijeron que con rehabilitación podría volver a caminar, pero ella no podía doblar la rodilla. A la tercera semana de ejercicios ella le pidió a Dios que le ayudará con esta enfermedad, y Él la escuchó.
Mariana dice que a la fecha camina, pero caminar hacia abajo lo hace con el pie rígido.
Externa que hace 16 años, después de llegar inconsciente al hospital porque le había subido mucho la glucosa después de un gran disgusto, el doctor dijo que no tardaba para morir, pero Mariana dice que la vida la da Dios y la última palabra la tiene Él.
Para ella Jesucristo es el médico de médicos y señala: “Por su gran amor mi rodilla se dobló, ahora me puedo arrodillar para darle gracias, y a Él pido que me limpie la sangre, que me dé nuevos órganos y bendiga los alimentos que consumo.
¿Y ahora que siente? Cuáles son sus malestares de diabetes? Responde- Bajé tanto de peso que ahora siento que me lleva el aire, en los últimos días se me ha quitado el hambre… a veces no puedo levantar los brazos por el agotamiento, pero la mayor parte del tiempo estoy bien.
Concluye Marina Solís: la Biblia afirma que no daña lo que lleves a la boca, sino lo que sale de ella, y aunque por la economía no puedo alimentarme como dicen los médicos, creo que Dios tiene el poder de hacer que las entomatadas, los nopales y los frijolitos sean benéficos para mi cuerpo. Más que eso, Él tiene el poder para sanarme.