Por Inés García Nieto
Horas después que febrero, el mes declarado como del amor y la amistad concluyera, varias familias norveracruzanas sufrieron culpa y dolor ante el suicidio de sus hijos: dos adolescentes y un adulto, al parecer afectados por el temor y la desesperanza ¿La causa? Se fue con ellos a la tumba.
El primero de marzo inició este rosario de muertes.
El jueves 1 de marzo, un adolescente de 14 años de la comunidad Laja de Colomán, en Tuxpan, se colgó del techo del sanitario de su humilde casa, luego de saber que sus padres lo reprenderían por una falta cometida en la secundaria donde estudiaba. Tres días después, el domingo 4 de marzo de 2012, varios porteños estaban expectantes a lo largo del río, luego que una mujer llamara a la policía para decirles que del puente había visto caer a alguien. El cuerpo de un hombre de 45 años apareció sin vida días después…El lunes 5 de marzo, en Altotonga, una niña de 12 años se suicidó ingiriendo cloro, luego que su madre le ordenara con regaños, meterse a su casa.
El primer caso fue el más sonado, ya que el suicida era alumno de la secundaria “Sor Juana Inés de la Cruz” de la comunidad de la Laja de Coloman.
El drama ocurrió a las cuatro de la tarde en la comunidad mencionada. Se asentó en la averiguación judicial correspondiente, que Jaciel Ramírez Escudero, de 14 años de edad, llegó a su domicilio con un citatorio girado por el director del plantel. El citatorio debería ser entregado a sus padres para que tuvieran conocimiento que sería reprobado en todas sus materias, por presuntamente haber sustraído de realizado esta acción.
Al parecer, el miedo a ser regañado y reprendido por sus padres, se apoderó de Jaciel, quien abrumado por la desesperación de no saber qué hacer, decidió buscar un mecate. Se metió al baño y lo ató un extremo a una viga y el otro al cuello, y en fracción de segundos dejó caer el peso de su cuerpo.
Los gritos desesperados de su hermana menor alertaron a su padre Severino Ramírez Morales – agente municipal de Laja de Colomán-, que al tener conocimiento del hecho corrió a descolgar a su hijo, trató de reanimarlo pero el adolescente de 14 años ya había fallecido.
Se dijo que Jaciel Ramírez Escudero, minutos antes de quitarse la vida, platicó con algunos de sus compañeros de clase, a quienes les manifestó su temor de entregar el documento a sus padres, pues pensó que le iban a pegar por haber sido reprobado.
El citatorio para los padres de Jaciel iba firmado por la profesora de grupo, Maria Luisa Quiroz Guerrero y por el director del plantel, Valentín Jaime Rodríguez Zárate, pues el adolescente había sustraído del librero de su maestra un documento donde aparecían claves de todos los exámenes de tercer bimestre, y Jaciel pretendía dárselo a sus compañeros.
Por esta falta escolar, Jaciel sería reprobado en todas sus materias copiadas, y no recibiría la carta de buena conducta.
El lunes 5, una niña de 12 años se quitó la vida en Altotonga.
Esta es la historia:
Laura Diana Estudillo Landa era y su nombre y el lunes 5 de marzo platicaba con su novio Jonathan, en el domicilio ubicado en la comunidad Mexcalteco, del municipio de Altotonga. Eso molestó a la madre de la menor, quien le llamó la atención y le ordenó que se metiera a la vivienda. La menor obedeció, se encerró en su cuarto pero pasadas varias horas la madre se percató que Laura Diana no salía. Entró al cuarto y vio que su hija estaba inerte, tirada en su cama boca arriba. La madre se acercó la movió pero la niña parecía desmayada. Pronto pensó lo peor, pues junto a la menor estaba vacía una botella de cloro.
Esta situación hizo que la madre solicitara apoyo de la policía y autoridades judiciales, pero el cuerpo ya estaba sin vida.
Sin embargo, la muerte echaba sus redes en el puerto de Tuxpan el domingo 4 de marzo.
Al medio día del domingo, una mujer llamó a la policía pues según ella, alcanzó a ver el cuerpo de una persona que caía al río de la mitad del puente “Enrique Rodríguez Cano”. Esta llamada alertó a los marinos, a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, Protección Civil y Cruz Roja, entre otras dependencias de auxilio, quienes iniciaron una infructuosa búsqueda a lo largo del afluente.
La noticia de la muerte del tuxpeño de 45 años de edad, de nombre Yorio Sánchez Ávila, se confirmó el miércoles 8 de marzo Día Internacional de la Mujer, pues los marinos localizaron el cuerpo sin vida a la altura de la Fuerza Naval del Golfo.
Yorio Sánchez, quien se dedicaba a la actuación, radicaba en la ciudad de México, pero tenía familiares en la calle Vicente Guerrero número 7 en el centro de Tuxpan. Su familia lo había reportado como desaparecido ante las autoridades, pues todavía el trágico domingo 4 de marzo había sido visto alrededor de las 10.30 de la mañana atrás de la central de autobuses ADO, y luego nada supieron de él.
Los primos del tuxpeño de 45 años dijeron a las autoridades que desconocen el motivo por el qué Yorio se arrojó al río Tuxpan.
Editorial
