Por: Analia Llorente/BBC
«¿Cómo es que se llamaba? Te juro que lo tengo en la punta de la lengua».
¿Te pasó alguna vez que quisiste decir una palabra o nombrar a una persona y no pudiste hacerlo?
La tenías en la punta de la lengua y terminaste con una sensación de frustración y vacío.
- Pablito clavó un clavito, ¿qué clavito clavó Pablito?: ¿por qué nos cuesta tanto decir trabalenguas?
Bueno, primero no te preocupes.
Todos fuimos víctimas del fenómeno de la Punta De la Lengua (PDL) -sí, la ciencia lo denominó así- y volveremos a serlo.
Pero ¿por qué sucede esto? ¿A quiénes afecta más?
Fenómeno universal
Hay algo de particular en el fenómeno de la Punta De la Lengua y es que no discrimina.
«Esto es universal y le pasa a todos los hablantes de diferentes lenguas, no solo del español, sino del inglés, hebreo, francés, etc. Le pasa a personas de diferentes edades, desde niños a adultos mayores», afirma Lise Adams, profesora de Ciencias Lingüísticas y Cognitivas del Pomona College, California, Estados Unidos.
Y no es solo un fenómeno que sucede en las lenguas orales. También le pasa a las personas que hablan lenguas de señas, el fenómeno se llama de la Punta Del Dedo (TOF, por sus siglas en inglés).
¿Qué pasa en nuestro cerebro?
Los humanos necesitamos acceso a determinados sonidos para pronunciar palabras.
Y por diferentes razones, el acceso a esos sonidos se debilita o se interrumpe. Entonces como resultado no los podemos emitir cuando los necesitamos.
«Por un lado, podemos hablar de una parte a nivel de conocimiento (semántico). Sabemos que conocemos la palabra, tenemos la certeza. Y por otra parte, a nivel lingüístico (fonológico). Lo que se produce es una activación fonológica incompleta en presencia de una activación semántica completa», explica David Facal, profesor del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Santiago de Compostela, España.
«En algunas ocasiones sabemos la primera letra, sílaba, pero no somos capaces de recuperar la palabra completamente», le dice a BBC Mundo.
«Como se trata de un pensamiento interrumpido, y nos quedamos ahí, a la mitad del pensamiento, también es una ventana para conocer cómo pensamos y por eso desde el siglo XIX ha surgido interés en este fenómeno», añade Facal.
Nota sobre el gráfico: «Las personas representamos nombres (y otras palabras) en múltiples niveles: lo que significa (semántica), cómo suenan (fonología) y cómo se ven (conceptos visuales). Las líneas de puntos representan donde el proceso de recuperación de la palabra se puede romper debido aluso poco frecuente o no reciente, lo que reduce la transmisión a través de esas conexiones e impide recuperar el nombre o la palabra. Los nombres propios tienen una particularidad adicional ya que el sistema puede descomponerse en el medio de cada componente: nombre o apellido, otra razón por la que pueden surgir más episodios de PDL en nombres propios en relación a otras palabras», explica Adams.
¿Por qué sucede?
Existen varias hipótesis, aunque no hay certezas sobre qué es exactamente lo que provoca el fenómeno PDL.
«La fatiga, el cansancio, la edad y el deterioro cognitivo en determinado momento hace que uno de los sonidos de la palabra no se active, entonces la forma léxica completa de la palabra no la podemos pronunciar», revela Facal.
Sin embargo, Adams afirma que no hay datos relevantes que sostengan esta idea.
«Investigamos y lo que encontramos es que la relación entre los episodios de Punta De la Lengua y los momentos de ansiedad o estrés cambia dependiendo de la edad», dice.
Según Adams, en estudios que llevó a cabo con colegas, los adultos mayores manifestaron haber tenido episodios de PDL en momentos de ansiedad. Pero los adultos de mediana edad expuestos también a situaciones de estrés tuvieron menos episodios de PDL.
«Así que tal vez esas situaciones de excitación en determinadas personas pueden ser beneficiosa para la recuperación» de palabras que no pueden pronunciar, analiza la especialista.
Aunque advierte que «aún hay mucho que explorar en cuanto a los factores emocionales que pueden jugar un papel en el fenómeno de la Punta De la Lengua».
Nombres propios
Para los especialistas consultados por BBC Mundo, el fenómeno de PDL sucede con más frecuencia con los nombres propios.
Básicamente porque no hay otra palabra posible para definir a esa persona que tenemos en mente.
«Tomemos como ejemplo a Antonio Banderas. Sabemos que es un actor, que es español, que actúa en Hollywood, que es moreno, y todo eso confluye en el apellido Banderas», dice Facal.
«Pero si no somos capaces de activar Banderas, no podemos buscar un sinónimo. Entonces nos vamos a quedar con esa sensación de molestia en la punta de la lengua».
Sin embargo, «si queremos decir la palabra rojo y no nos sale, podríamos decir que es colorado, es el color del tomate, etc.», explica.
¿A quiénes les pasa más?
Los estudios realizados hasta el momento señalan que las personas mayores de 60 años con envejecimiento cognitivo normal son más propensas a sufrir episodios de PDL.
También aquellos que hablan dos o más idiomas.
«En el caso de las personas bilingües, como tienen acceso a dos grupos de tipos de sonidos, usan los sonidos en los dos idiomas de forma menos frecuente que un hablante de una sola lengua que usa uno solo. Y esa reducción en la utilización puede debilitar el acceso a los sonidos que necesitas para pronunciar una palabra», asegura Adams.
Ambos especialistas sostienen que al envejecer, los episodios de PDL son más frecuentes. Y sucede con palabras que no usamos comúnmente.
La señal de alarma aparece cuando hay dificultad para producir palabras muy comunes o frecuentes, como objetos de todos los días. «Eso podría ser un indicio de algo que no es normal», advierte la profesora de Ciencias Lingüísticas y Cognitivas.
¿El PDL tiene relación con la demencia?
Los especialistas lo descartan.
«Según lo que hemos encontrado, la frecuencia del fenómeno de la Punta De la Lengua es relativamente independiente de las capacidades de la memoria de trabajo», destaca Facal de la Universidad de Santiago de Compostela.
«Lo que sucede en la demencia, como por ejemplo el Alzheimer, es que ya no solo se produce una alteración de acceso léxico, sino que se modifica también el conocimiento de las palabras», aclara.
Sin embargo, «sí hemos encontrado una relación con la velocidad de procesamiento. La rapidez para responder a estímulos se relacionaría de forma positiva con la frecuencia de fenómenos de la Punta De la Lengua», explica.
¿Cómo prevenirlo?
Leer, leer y leer.
Esa es la principal recomendación de los expertos.
«Hay que tener una vida intelectualmente activa, hablar mucho, leer mucho, escribir y mantener controlados los factores de riesgo a nivel cardiovascular, como ejercicio físico y una vida sana», dice Facal.
Mientras que la recomendación para las personas con envejecimiento cognitivo normal es centrarse en la activación semántica.
Por ejemplo, no interrumpir la conversación porque no surja la palabra. Seguir hablando y dar más ejemplos y características de la palabra hasta que aparezca.
O «si sabes que determinados nombres te traen problemas para recordarlos, intenta usarlos con más frecuencia en la conversación. Seguro dejarás de tener episodios de Punta De la Lengua», recomienda Adams.
«No es algo para preocuparse, la mayoría de la gente lo padece, es hasta saludable y normal, y te va a pasar en toda tu vida», concluye Adams.