En el sistema binario 4U 1630-47 hay un agujero negro que gira casi a la máxima velocidad permitida por la Relatividad y que retuerce todo lo que hay a su alrededor
Por: José Manuel Nieves/ABC
Un equipo internacional de investigadores, liderados por la Indian Space Research Organization (Isro) y la NASA, acaban de descubrir en el sistema binario 4U 1630-47 un agujero negro que gira casi al máximo de la velocidad permitida por la teoría de la Relatividad General de Einstein. De hecho, su rotación es tan rápida que el objeto estaría obligando a que el propio espacio circundante rote junto a él.
Según los científicos, que utilizaron el satélite indio AstroSat y el Observatorio de rayos X Chandra, de la NASA, y cuyo trabajo se publicará próximamente en Astrophysical Journal, estudiar a los agujeros negros con altas velocidades de giro resulta de la máxima importancia para poner a prueba nuestras teorías sobre el Universo, entre ellas la propia Relatividad.
Todo comenzó en 2016, cuando el AstroSat descubrió un agujero negro en el sistema binario (dos objetos estelares orbitándose mutuamente) 4U 1630-47. Desde el primer momento, una serie de violentos estallidos en el rango de los rayos X llamaron poderosamente la atención de los investigadores. Poco después, el Observatorio Chandra confirmó los resultados y quedó claro que ese agujero negro en concreto no era como los demás.
Devoradores de materia
La emisión de rayos X de un agujero negro se produce a medida que la materia circundante (en su mayor parte gas y polvo) se precipita y es «devorada» por él. Esas emisiones permitieron que los investigadores se dieran cuenta de que el agujero negro en cuestión, cuya masa es diez veces la de nuestro Sol, estaba girando sobre sí mismo a una velocidad de vértigo. La tasa de rotación de un agujero negro puede oscilar entre dos valores, 0 y 1. Y el agujero negro de 4U 1630-47 mostraba una tasa de giro de 0,9, lo que equivale casi a la velocidad de la luz.
Un dato que dejó a los investigadores con la boca abierta, ya que la teoría de Einstein implica que si un agujero negro es capaz de girar tan rápido, entonces será capaz de hacer que el espacio mismo gire junto a él.
Hasta el momento, de los veinte agujeros que se conocen en nuestra galaxia, solo ha sido posible medir la tasa de rotación de otros cuatro. Y el del sistema 4U 1630-47 es, sin duda, el más rápido de todos. Los científicos creen que, si lo que sabemos de los agujeros negros es correcto, la combinación de factores como la velocidad de rotación, la materia que entra en ellos y las altas temperaturas reinantes podrían ser la clave para entender cómo se forman las galaxias.
¿Cómo se sabe lo rápido que giran?
La masa y la velocidad de rotación son las dos propiedades principales que caracterizan a un agujero negro. Pero mientras que la masa se puede calcular con facilidad, gracias a la gravedad que genera, averiguar la tasa de rotación es algo mucho más complicado.
En palabras de Mayukt Pahari, autor principal del estudio, «las mediciones de la velocidad de rotación son muy difíciles de realizar, y solo es posible llevarlas a cabo por medio de observaciones de rayos X de muy alta calidad de un sistema estelar binario, en el que el agujero negro está absorbiendo materia de su estrella compañera».
Si los cálculos son correctos, el agujero negro del sistema binario 4U 1630-47 podría ser la llave para averiguar cómo afectan al propio espacio estos extraordinarios objetos. Y desvelar, de paso, el desconocido proceso que llevó a la formación de las galaxias.