Por Ramón Rodríguez Rangel
Era común en el pasado reciente que los gobernadores venían a Tuxpan y además de ser recibidos como virreyes, con honores y lisonjería del aparato político partidista en el poder, se erigían como dueños del estado y actuaban en consecuencia. De todo se les ofrecía; casas, ranchos, caballos y hasta mujeres, se les brindaban a los señores feudales, ellos disponían de almas y destinos, algunos muy conocidos, decidían incluso quien vivía y quien moría, contando con el aparato para ejecutar sus órdenes.
Se les recibía lo mismo en reuniones con miles de acarreados, sin agua y a medio sol, para aplaudir al gran señor, que en las selectas comelitonas en residencias urbanas o ranchos, por supuesto no faltaba el grupo musical del momento en el país. Los anfitriones, empresarios locales con aspiraciones políticas y otros magnates con relaciones peligrosas e incomodas por decir lo menos.
Los gobernantes en esas visitas prometían de todo: carreteras, puentes, aeropuertos, ferrocarriles, centros de convenciones, nuevos hospitales, y nada cumplieron, alguno de ellos organizó una gran concentración donde invitó a toda la sociedad tuxpeña para poner la primera piedra de la autopista Tuxpan – Tampico, proyecto que fue publicitado con bombo y platillo como otros más que nunca se realizaron en su sexenio.
Los gobernadores decían cualquier ocurrencia y se la festejaban, ofrecían lo que se les venía en mente en ese momento, todo lo que expresaban sin ningún sustento, les parecía gracia, y hasta se creían sus propias mentiras, mostraban no solo falta de proyecto si no de idea de lo que es un gobierno estatal y su responsabilidad social y con el desarrollo de la entidad.
El pueblo de Tuxpan era burlado una y otra vez, el discurso era el mismo, y las mentiras se repitan en cada visita de un gobernador a Tuxpan, cundía ya la desesperanza y la incredulidad en la institución estatal.
La ciudad de Tuxpan estaba inmersa en un caos, sus principales vías de acceso destruidas, avenidas vertebrales para la comunicación, de oriente a poniente, estaban convertidas en un verdadero desastre, lo mismo el acceso carretero por la vía de los kilómetros, que la carretera a Tamiahua; la inseguridad rompía record, el puerto vivía en la completa zozobra, en la angustia, y la impotencia, hasta los cuerpos policiacos estaban al servicio de la delincuencia, que habían convertido a Tuxpan en uno de sus paraísos.
Así estaba la situación cuando llegó a la gubernatura Miguel Ángel Yunes Linares quien en los hechos rompió la negra tradición de sus antecesores; realizó obras de infraestructura en todas las regiones del estado, apenas el fin de semana pasado entregó nuevos bulevares y sistemas de agua potable en municipios del norte, que beneficiarán a miles de habitantes, además se ha reconstruido gran parte de la red carretera, comunicando la Huasteca, desde el mar hasta la sierra.
Pero a Tuxpan, mostró que le tiene especial aprecio, el lugar que visitaba desde muy joven, cuando venía a este puerto a visitar a su amigo Manuel Muñoz Gánem, ex alcalde tuxpeño, con quien ha recorrido toda su trayectoria en el servicio público en el país, desde que en su plena juventud, impulsara a ambos, en el ámbito político uno de los mejores gobernantes que ha tenido Veracruz, Rafael Hernandez Ochoa.
Obras como la construcción de un moderno bulevar de altas especificaciones, donde antes había un pésimo libramiento similar a una zona devastada por la guerra, también la carretera a Cazones, conocida como “de los kilómetros” que tenía décadas siendo solicitada su reconstrucción por los pobladores de esas comunidades; la carretera a Tamiahua que representaba un peligro para el tránsito vehicular por lo destruida que se encontraba, ya ha quedado reconstruida como las atrás señaladas.
Lo anterior es muestra de que Miguel Ángel Yunes ha cumplido lo que ofreció a los tuxpeños rompiendo con décadas de engaños de otros gobernadores.
Pero la historia no termina ahí, a pesar de ser un gobernador solo de un periodo de dos años, no de seis como sus antecesores, ha realizado más obras y acciones que las realizadas en varios sexenios. Y en los próximos días entregará otra magna obra trascendental para el desarrollo de Tuxpan y Álamo, el nuevo puente “Ojite” que va a comunicar a esta ciudad con Álamo en solo 30 minutos, cuando actualmente el recorrido se realiza en más de 1 hora y media.
Este puente tiene además especial significación para los vecinos de las comunidades aledañas que han dado en llamarlo un “puente de vida” pues dicen que por la falta de éste, no existía la conectividad adecuada y muchos pobladores no pudieron ser trasladados en situación de emergencia nocturna a centros hospitalarios en Tuxpan, falleciendo en el camino.
Para Jorge Vera Hernández, alcalde alamense, ha dicho que esta importante obra de infraestructura sobre el río Tuxpan, va a dinamizar la productividad agropecuaria proyectando a esta Ciudad y Puerto a convertirse, en una nueva metrópoli del país y el principal centro comercial de la Huasteca.
En materia de seguridad publica, se ultiman detalles técnicos para inicio de operaciones de las 300 cámaras de video vigilancia que permitirá a Tuxpan, contar con la más alta tecnología digital en materia de Seguridad Pública como en las principales ciudades del mundo, ya que estará conectado a un Centro de Inteligencia (C5). Con este sistema implementado por el gobernador Yunes se contribuirá a inhibir los hechos delictivos mejorando sustancialmente las tareas de investigación
Lo hecho por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares en Tuxpan, es apreciado por la comunidad tuxpeña y sienta precedente para que en lo futuro, los gobiernos venideros le cumplan a los tuxpeños con hechos y no reediten el pasado de ocurrencias, engaños y visitas faraónicas.