¡No al progreso a cualquier costo!
Por Ramón Rodríguez Rangel
Cuando se pensaba que las autoridades municipales echarían cuetes y fuegos artificiales por el descubrimiento de petróleo frente a las costas de Tuxpan, el alcalde Alberto Silva ha prendido la luz de alarma por la contaminación que de esto se puede desprender, “no queremos el progreso a cualquier costo”, ha dicho pronunciándose por un desarrollo sustentable para este puerto.
Esta postura es importante, sobre todo si se mantiene y pasa del discurso a los hechos, porque efectivamente la explotación petrolera en el mar implica altos riesgos como lo ha afirmado también el oceanógrafo Roberto Bravo Santiago director del CETMAR, más aun cuando los pozos petroleros se encuentran a un lado de los arrecifes de Tuxpan.
Pero más aún la terminación de la autopista México-Tuxpan, el auge industrial portuario que eso va a generar representa un gran impacto ambiental y una seria amenaza para el ecosistema de vida de este municipio y la región.
Lo que está en juego es la calidad de vida de los tuxpeños de hoy y de mañana, por eso se requiere que efectivamente el alcalde Alberto Silva ponga orden en lo que se refiere a aplicar estrictamente las normas ambientales y el plan de desarrollo y crecimiento de la ciudad.
Porque si hemos visto hasta en los últimos meses como en el mero centro de la ciudad, nuevas construcciones han violado los alineamientos legalmente obligatorios, no podemos esperar a que las nuevas empresas industriales acaben con manglares, áreas verdes, arrecifes, contaminen ríos, arroyos y mantos freáticos sin que la autoridad diga nada.
El posicionamiento del presidente municipal de Tuxpan, en defensa del ecosistema, no solo se tiene que revalorar, sino que también darle seguimiento.
Urge por ejemplo una nueva ley o reglamento de protección ambiental en Tuxpan, para no esperar a que la PROFEPA o SEMARNAT con 10 inspectores en todo el estado, vengan a vigilar las riquezas naturales de este municipio, el ayuntamiento debe cobrar nueva forma y asumir su responsabilidad con el medio ambiente, para con razones jurídicas frenar cualquier amenaza contra la naturaleza viva de Tuxpan.
Las empresas paraestatales y las privadas acostumbran a soltar dinero en efectivo o en obras materiales a cambio de que se les deje operar en la impunidad, estas empresas tendrán que encontrar inflexibilidad de parte de la autoridad municipal, porque se lo contrario pronto estaremos viviendo en un caos social y ambiental como otras urbes a las que les llegó el “Progreso” industrial de repente como Coatzacoalcos, Ciudad del Carmen y hasta Poza Rica.
El apoyo brindado a la creación en Tuxpan del Tecnopolo y Observatorio Marítimo Jacques Custeau, donde investigadores franceses, canadienses y argentinos estarán pendientes de las variables ambientales de esta región a través de un sistema de redes internacionales, muestra la voluntad política de promover efectivamente el desarrollo sustentable de Tuxpan, habrá que ver ahora cuales son los siguientes pasos en protección ambiental del ayuntamiento tuxpeño.
La lógica del mercado, no ve ni de lado los daños ambientales directos o colaterales, ellos van por una mayor rentabilidad de su negocio, por mayores ganancias sin importar sobre quien pasen, muchos de estos nuevos industriales que están llegando a Tuxpan, vienen con ánimo de conquista y no tendrán piedad, por avasallar y acabar con el mayor tesoro de este municipio, sus riquezas naturales, estamos a tiempo todavía para tratar de preservar el paraíso natural que es Tuxpan para las presentes y para las futuras generaciones, si no la historia y Dios nos juzgará.