*Es demoniaco promover la inseguridad y la negatividad: Obispo de Tuxpan
Por Ramón Rodríguez Rangel
Ya lo dijo el Obispo de la Diócesis más grande de Veracruz, el Obispo de Tuxpan, Juan Navarro Castellanos, es demoniaco lucrar políticamente con la inseguridad y la violencia, como también tener una actitud negativa y pesimista de las cosas que pasan en el Estado, quien consideró a la negatividad como una apología del mal, y el mal siempre tiene algo que ver con satanás.
Sin embargo, el PRI en Veracruz sigue empecinado en sacar “raja” o ganancia, como buitres de las muertes, la violencia y la inseguridad, deseando satánicamente, como lo afirma el Obispo de Tuxpan, el mal para el Estado, con tal de sacar provecho lucrando políticamente con la inseguridad.
El discurso de los priístas veracruzanos, encabezados por su presidente estatal, Américo Zúñiga, es una apología de la violencia, no es de propuestas, ni de soluciones, es de promover la acción negativa de las bandas criminales que se disputan el territorio, dándole una dimensión política, magnificando los crímenes, convirtiéndose prácticamente en voceros oficiales de la delincuencia organizada, que los gobiernos estatal y federal tratan de contener.
El PRI perversa y diabólicamente, no reconoce el combate directo a la delincuencia que lleva a cabo el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz, que llevó en su primer año de gestión, a la detención de 247 delincuentes y a la desarticulación de 38 bandas dedicadas al secuestro, a la extorsión y al homicidio.
El Obispo de Córdoba, Veracruz, Eduardo Patiño Leal, dice que le preocupa quien está detrás de las campañas para desacreditar al gobierno estatal, inclusive se llegó a preguntar, si son simplemente los actos violentos, revanchas entre grupos delictivos o si hay una acción política detrás de estos delitos, para tratar de desprestigiar a las autoridades y complicar el panorama de las campañas electorales.
No se puede olvidar que fueron los gobiernos priístas de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, los que abrieron la puerta al estado, a la delincuencia organizada, haciendo alianza con ellos y recibiendo financiamiento precisamente del narcotráfico para sus campañas políticas, como consta en expedientes judiciales y declaraciones de testigos protegidos, por lo que, lo que insinúa o llega a suponer el Obispo de Córdoba, no puede estar lejos de la realidad y efectivamente pueda haber mano negra o más bien tricolor, de los intereses del PRI atrás de los hechos delictivos.
Lo que convertiría a ese partido o a quienes lo dirigen, prácticamente en terroristas, el modus operandi de los terroristas en el mundo, se sabe bien no es solo cometer o sembrar barbarie, sino también promover mediáticamente los asesinatos y otros actos criminales, por una motivación política o ideológica, para crear terror, el clima de inseguridad, promoviendo la desestabilización de los gobiernos a través de actos macabros.
Esto sinceramente no lo podemos llegar a creer, porque de serlo así, sería un asunto muy grave, no solo para Veracruz sino para el país, sería la incursión del terrorismo político en las campañas del 2018, lo que universalmente sería condenable.
En el PRI también hay gente positiva y decente, la pregunta es por qué se le han dejado en ese partido los espacios a verdaderos buitres, que se alimentan de carroña, a un discurso diabólico, promoviendo el mal, y el mal como afirma el Obispo de Tuxpan, siempre tiene que ver con Satanás.
El pastor espiritual de más de millón y medio de católicos en el norte de Veracruz, reconoció en el periódico digital Expreso de Tuxpan, que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, está haciendo su mejor esfuerzo por impulsar el desarrollo de Veracruz, después de un pasado inmediato “muy complicado” que atravesó la entidad, pero que los problemas que ha padecido el estado, desde tiempo atrás son muy grandes y el gobernador no tiene una varita mágica para resolver toda la problemática de inmediato, remarcando que “el mal ha estado muy enraizado desde el pasado, por lo que no es fácil erradicarlo.”
Los partidos políticos deben convertirse en partidos que se ganen credibilidad y reconocimiento electoral, a través de la propuesta constructiva, porque cuando se dedican a hablar mal de los demás, como afirma el Obispo de Córdoba, se va perdiendo la confianza, mucho más si se promueve el terrorismo como método político.
En Veracruz coordinadamente las fuerzas armadas, Ejército, Marina y el Gobierno del Estado, están trabajando fuertemente en la reducción de los índices delictivos, los cuales muestran que los delitos del orden común van a la baja, el problema del narcotráfico es un problema de carácter nacional, pero que de igual forma se está combatiendo en la entidad.
Falta mucho por hacerse todavía, pero parece que hay voluntad política para desterrar este problema de Veracruz, este año se invertirá en seguridad en seis mil 547 cámaras instaladas, 300 nuevas patrullas, 20 drones y más de 640 policías, ha anunciado el gobernante veracruzano.
Bienvenido en Veracruz el debate serio y las propuestas, pero no la apología del mal y el terrorismo como arma política.
Editorial
