Walter, el menor de los hermanos Disney, invirtió su fortuna y, poniendo en riesgo a su estudio, rodó en solitario el largometraje que le consagró
Por Teresa Amiguet/La Vanguardia
Pronto hace fortuna como pionero de la animación con sus cortometrajes protagonizados por animales como los populares Mickey y Donald. Se convierte en un célebre cineasta. Es entonces cuando el siempre inquieto e innovador Walt Disney se enfrenta a su hermano mayor y colaborador, reticente a la idea de producir un largometraje.Decidido, Walt invierte su propia fortuna, poniendo en peligro su estudio a fin de acometer un proyecto sin precedentes: la filmación de su primer largometraje.
Blancanieves es la primera película sonora en lengua inglesa de dibujos animados y rodada en color
Rememorando el visionado de juventud de aquel primer filme que le impresionó en su Kansas natal, Walt decide recrear el cuento de los hermanos Grimm. La historia es perfecta, cuenta con los ingredientes básicos de toda producción presta a ser dotada de la magia de Disney: una doncella hermosa, un príncipe encantador, una malvada bruja y unos deliciosos comparsas, siete simpáticos enanitos, a los que rodean multitud de graciosos animalitos del bosque que enriquecen la ambientación.
Walt Disney presenta las maquetas de los que serán los siete enanitos. Presa de gran excitación, reúne a los animadores de su estudio y durante dos horas narra la historia, a la par que interpreta a cada uno de sus personajes ante ellos y tararea las canciones, futura banda sonora del proyecto.
La música adquiriría un importante papel en la película. Desde los inicios de su estudio, Walt era consciente de la importancia de integrar música y canciones al desarrollo del guión.
Su entusiasmo impregnó a sus colaboradores y con un presupuesto inicial de 250.000 dólares (preveían alcanzar 500.000 a lo sumo) se embarcaron en el proyecto. Dato significativo si tenemos en cuenta que los hermanos Disney habían iniciado su trayectoria con un capital de tan solo 50 dólares.
Una ‘locura’ de 90 minutos
La duración de la proyección se estima en 90 minutos, la prensa reacciona y la futura película es tachada de ‘locura’. No creen que un dibujo animado sea capaz de mantener el interés del espectador durante un periodo de tiempo tan largo. Según el criterio de la crítica, el público asocia el género con los cortometrajes a los que se le ha acostumbrado hasta el momento.
Walt, innovador, pretendía dar vida al dibujo en dos planos, su objetivo era dotar al mismo de una tercera dimensión para lo que decidió acudir a modelos reales. En pos de la consecución de esta tercera dimensión así como del realismo necesarios para la filmación de su película, el emprendedor cineasta inventó una máquina de filmar multiplanos que permitía la obtención de hasta cinco dibujos en un solo plano, con una técnica que no sería superada hasta la llegada de los efectos especiales por ordenador. Su otra baza fue el uso del technicolor: Blancanieves y los siete enanitos se convertía así en una de los primeros filmes realizados con este procedimiento.
Disney logró la victoria tras dos años de arduo esfuerzo y, dicho sea de paso, un presupuesto que aumentaba paralelamente a su producción.
‘Ser tan blanca como la nieve, con los labios tan rojos como la sangre y el pelo tan negro como la madera de este marco’
En pos de la consecución de la naturalidad en sus personajes Walt tuvo la genial idea de acudir a modelos reales. Un riguroso casting seleccionó a los más idóneos. Obedeciendo al texto original, el llamado ‘Mago de Burbank’ (el barrio de Los Angeles donde están la mayor parte de estudios de Hollywood) se inspiró en Marjorie Belcher, una joven dotada de una frondosa cabellera rubia que sacrificó en pro de la virginal doncella original. Ella inspiraría también el Hada Azul de Pinocho, segundo de sus largometrajes.
Poco a poco, sus protagonistas femeninas perdieron ese halo de beatitud e incluso se permitieron lucir un cierto sex appeal, pero se cerró el círculo con el Mowgli de Kipling protagonista de su obra póstuma, El libro de la selva.
Blancanieves convertiría a Walt Disney en un astro del cine. Considerada una obra maestra, obligada película de culto, distribuida por RKO obtuvo el mayor éxito de taquilla de 1938 con unos ingresos de 8 millones de dólares en su estreno.