Los depredadores del siglo XXI
Por Ramón Rodríguez Rangel
Muamar Gadafi ha sido masacrado en Sirte Libia, antes un complot estadounidense por supuestas armas nucleares en Irak, sacó a través de una invasión también a Hussein del poder en ese estratégico país del medio oriente, a quien ahocaron posteriormente, lo que para muchos, es una nueva ola de cambios democráticos en un mundo inmerso todavía en el siglo XXI, en dictaduras abiertas o simuladas, para otros es el afianzamiento de la política exterior norteamericana en esa región, cuyo objetivo principal es el control total de las zonas petroleras o de paso de las líneas de ductos del oro negro.
Los últimos acontecimientos en medio oriente, contribuyen al fortalecimiento electoral del presidente de Estados Unidos frente al electoral del año entrante, en donde buscará Obama la reelección y donde las encuestas lo mostraban debilitado ante la severa crisis financiera de ese país y hostigamiento demócrata.
Ahora con Hillary Rodham Clinton como operadora, con la CIA, el FBI, el Pentágono y desde luego las Fuerzas Especiales en acción conjunta con el poderío militar de la OTAN después de meses de bombardeos genocidas sobre Libia, como antes contra Irak, el imperio norteamericano, ha cazado y masacrado a quién osó revelarsele, ni su suplica «¡No disparéis, no disparéis!» bastó para que lo despedazaran.
Gadafi dictador de Libia fue apoyado en algún momento por Estados Unidos para consolidar su poder, e imponer su voluntad en ese país , pero ahora le estorbaba, y todo lo que se atraviesa en el camino del coloso del norte, es eliminado o sometido.
La sociedad mundial exige más democracia y mayores libertades en todos los países del orbe, su grito y su manifestación nadie la detendrá, aunque su exigencia coincida y favorezca en muchos lugares del mundo también a los apetitos colonialistas de la nueva Roma imperial.
Ha muerto un dictador, un terrorista, un genocida a manos de un terrorismo de estado, lo correcto habría sido llevar a un tribunal internacional al líder libio, ponerlo en manos de la justicia, como se puso a los peores criminales del nazismo alemán, en Nurenberg, pero ni a Gadafi, como tampoco a Bin Laden se les podría dar la oportunidad de que confesaran que también trabajaron para los intereses de Estados Unidos en algún tiempo, que eran parte de la política siniestra de Estados Unidos.
El dictador fue ejecutado después de haberse rendido, el peor de los monstruos merece como ser humano ser llevado a juicio, si vivimos en la civilización y en un estado de derecho, pero si vivimos en la barbarie, en la ley de la selva, entonces no hay ley que valga y la vida no vale nada para los depredadores, para los depredadores del siglo XXI.
La sociedad civil tiene que seguir avanzando en el mundo, acabando con las dictaduras, y abriendo mayores espacios de libertad para la sociedad, la democracia tiene que ir demoliendo los obstáculos que se le atraviesan y la quieren frenar, la sociedad así tiene que avanzar a mayores niveles de civilización, para dejar atrás un día no muy lejano en la historia, lo que hoy es realidad, países y estados enteros en manos de dictaduras, donde el genocidio encuentra justificación en la lógica política, imperios que no solo destruyen y despedazan a seres humanos, sino que hasta los exhiben como trofeos, donde los gobernantes se asumen como dioses y disponen de las vidas humanas como suyas, todo esto tendrá que terminar, antes que sucumba la humanidad.
Editorial
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