Pagar deuda con áreas verdes.
Tianguis jarocho de terrenos.
Por Luis Velázquez/Escenarios
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Echado pa’lante, Javier Duarte, JD, el góber tuitero, sigue creyendo que en el año 2010 la población lo eligió para gobernar Veracruz como si fuera una hacienda porfirista, despachando él mismo como capataz.
Pero más aún, con el visto bueno de las dependencias fiscalizadoras, como son el ORFIS, la Comisión de Vigilancia del Congreso, la Contraloría, la secretaría de Finanzas y Planeación y los auditores internos y externos.
Todo el mundo priista, a sus órdenes, tendidos a sus pies.
Por ejemplo:
La semana anterior una vez más levantó la protesta social cuando trascendiera que pretendía y/o de plano «a toro pasado» pagar una parte de su deuda a proveedores (once mil 39 millones de pesos) con terrenos declarados reservas territoriales, zonas ejidales y áreas verdes.
Y aun cuando unos actores políticos se inconformaran, la 63a. Legislatura del dócil cacique magisterial, Juan Nicolás Callejas Arroyo, cabildeó lo suficiente para que por acuerdo de los diputados priistas, anexos y conexos, validaran su palabra.
En tales circunstancias, los beneficiados son, serían, entre otros, los siguientes:
La asociación civil, filantrópica y educativa (ajá), Hidalgo Veracruzana (ajá), a la que cubriría su deuda con terrenos en la superficie conocida como el «Cerro de la galaxia».
El Consejo Coordinador Empresarial, que recibiría su tajada de pastel con parte de la Reserva Territorial de Xalapa.
Un llamado Frente de Organizaciones Sociales Veracruzanas (¡vaya nombre pomposo!), terrenos en el municipio de Tlalnehuayocan.
El consorcio comercial de las tiendas Soriana, con terrenos en el fraccionamiento «Playa de Oro», en Boca del Río, por una deuda de 19.7 millones de pesos.
Y la deuda al triatleta ganador de la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos, Crisanto Grajales, un terreno más en el «Cerro de la Galaxia».
Ninguna duda habría de que antes de que el sexenio termine disponga de los 700 lotes y terrenos propiedad del Instituto de Pensiones (pagados por Fidel Herrera Beltrán al IPE para cubrir su deuda millonaria correspondiente) para de tal manera seguir cubriendo pendientes.
En nombre del pueblo de Veracruz que lo nominara con el fraude electoral orquestado por Fidel Herrera en el año 2010, Javier Duarte está disponiendo del patrimonio de Veracruz para cubrir la deuda que él mismo causara.
Y, además, le vale.
Y, por añadidura, se pitorrea.
Y como expresa el patriótico diputado local, Raúl Zarrabal Ferat, JD es un político limpio, honesto, íntegro y transparente que el PRI necesita, y por consecuencia, significaría un error que el CEN del PRI, lo expulsara.
Ha querido el legislador parangonearse con Napoleón, quien tenía la misma estatura, de que conquistaría al mundo con otro José María Morelos y Pavón.
A Zabarrabal, en cambio, le bastaría otro Javier Duarte para derrotar a Andrés Manuel López Obrador en el año 2018 camino a Los Pinos.
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Basados en el modelo sociológico y financiero anterior, los proveedores y prestadores de servicios del gobierno duartista, las compañías constructoras, la Universidad Veracruzana, el Instituto de Pensiones, los estudiantes becarios y discapacitados, los dueños de los medios, etcétera, habrían de levantar la mano lo más pronto posible y anotarse en la lista para que también les paguen con terrenos, así sean de áreas verdes, propiedad ejidal y/o reservas territoriales.
El tianguis está abierto desde hace ratito y antes, mucho antes de seguir confiando en que el sexto secretario de Finanzas y Planeación les pagará, incluso, la UV publicando una cartita en la prensa escrita reprochando la gran estafa con la calendarización de los pagos, más lograrían si se forman en la hilera que ha de dar la vuelta unas diez veces al estadio Luis «Pirata» de la Fuente, antes de que los terrenos se acaben.
De hecho y derecho constituye la única posibilidad, porque todos, príncipes y vasallos, soberanos y mendigos, han de saber, como afirmaba Díaz Mirón, que en los próximos dos meses y 18 días, nadie, absolutamente nadie, les pagará sus pendientes.
Las arcas oficiales, dicen, están vacías y quebradas.
Y si hay dinerito, entonces, sólo será para seguir «ordeñando la vaca», pues en la competencia irracional, cínica y descarada de «meter la mano al cajón», ni un paso atrás.
Lo dijo el filósofo cuenqueño, hay políticos que «no tienen llenadera», como el caso, entre otros, de los duartistas.
3
JD está trepado en su macho. Mejor dicho, en su mula.
Ante la tempestad huracanada desatada por la Auditoría Superior de la Federación, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Procuraduría General de Justicia de la nación y el Sistema de Administración Tributaria, bastaría recordar la entrevista a El Universal el 11 de agosto de este año en que el reportero Ricardo Gómez lo retrata:
«Yo no me veo en la cárcel. El que nada debe nada teme.
He contribuido al desarrollo y beneficio de Veracruz.
Mi patrimonio es lo que he venido trabajando y ganado con mi salario.
Hubo una campaña mediática constante en contra de mi persona en medios nacionales y locales.
Ahora sí que crean lo que cada quien quiera creer. Ese es mi patrimonio. Si tengo más propiedades, mal, y si no tengo, también mal».
Y cuando la población electoral tiene frente a un político con tal ropaje intelectual, moral, ético y social, entonces, queda claro que en todo caso sólo podría, digamos, pagar pendientes a quienes él deseara, y los demás que se las arreglan como pueda.
Es más, tal cual ha ejercido el poder durante casi seis años y si así la vida le ha funcionado y dado resultados… nada lo hará cambiar.
Además, y como él mismo alardea, tiene de su lado a Enrique Peña Nieto.
Y si el jefe máximo del priismo está con él, le vale que los ángeles y los ciudadanos y los contribuyentes estén en contra.