Cuentas turbias.
El hígado manda.
Por Luis Velázquez/Diario de un reportero
DOMINGO
Deuda a medios
Según el góber electo de Veracruz, el góber tuitero adeuda 600 millones de pesos a los medios de comunicación.
Entre ellos, y por ejemplo, 40 millones al periódico AZ.
70 millones de pesos al semanario “Centinela” del fidelista y duartista, Luis Rodríguez Zavala.
40 millones a María Georgina Domínguez, su primera vocera.
Etcétera.
En todos casos, dice el góber electo, “por rendir culto a Duarte”.
Se trata, dicen los que saben, de deudas institucionales, y por tanto, el sucesor estaría obligado a cubrirlas.
Pero… ¿será así?
¿Habrá de por medio contratos escritos, licitaciones, documentos que avalen y justifiquen el pago anterior?
Y… ¿les pagará… cuando, además del incienso tirado, rafaguearon a Miguel Ángel Yunes Linares con los peores adjetivos calificativos y que van desde asesino hasta pederasta?
¿Hasta dónde llega la obligación de reconocer y cubrir tales deudas, digamos, como en el caso de la Universidad Veracruzana y/o la deuda a las florerías de Xalapa que abastecieron de coronas de flores fiadas y en abonitos?
El góber electo, por ejemplo, conoce y de sobra, al derecho y al revés, al dueño del “Centinela”.
Incluso, trabajó a su lado, y con todo, traicionó la amistad.
Aun así ¿le pagará, digamos, por cortesía como dice el súper magistrado Eduardo Andrade Sánchez, los 70 millones de pesos que le debe el gobierno duartista de Veracruz?
LUNES
Cuentas turbias
Ningún contribuyente de Veracruz ha conocido jamás el pago mensual que cada gobernador paga a los medios ni tampoco a los reporteros.
La dirección de Comunicación Social, la secretaría de Finanzas y Planeación y el Instituto de Acceso a la Información han guardado el secreto como el más importante del mundo. “Secreto de Estado” le llamarían.
Lo único que podría afirmarse es que cada sexenio aparecen magnates y reporteros como nuevos ricos, nuevos medios, vientos favorables que se traducen hasta con cargos públicos fast track.
Y lo canijo, con la absoluta complacencia de la Comisión de Vigilancia del Congreso que también suele tapar las componendas.
Si el medio se disciplina a la voluntad suprema del jefe del Poder Ejecutivo, entonces, le va bien.
Pero si lástima con una sola palabra el decoro gubernamental, entonces, en automático es arrojado del paraíso.
La primera vocera de Javier Duarte, por ejemplo, imponía el convenio mensual de la siguiente manera:
Ni una palabra en contra del gobernador, pero tampoco ninguna en contra del gabinete.
Y existieron muchos, digamos, la mayoría, que tal cual aceptaron.
MARTES
El hígado manda
En base a su hígado, a su corazón, a sus neuronas, a sus relaciones amicales y a su conveniencia e intereses, cada gobernador decide, primero, si suscribe convenios verbales con los magnates del periodismo, y segundo, la cantidad, y tercero, el pago fluido.
En correspondencia, los medios sirven de alfombra al gobernador en turno.
La ley universal vigente es una sola, la mismita que Ronald Reagan decía a los medios: “Estás conmigo o estás contra mí”.
O como dijera José López Portillo, ni modo que “te pague… pa’que me pegues”.
Medio disciplinado tirado al piso será correspondido de igual manera.
Medio crítico será lanzado del paraíso.
Pero si se pone canijo, digamos, publicando lo que simple y llanamente sucede cada día, entonces, su pago le será retenido.
Y la llave seguirá cerrada… en tanto se declare un ferviente demócrata dando espacio en su medio… a todo y a todos.
Ya se verá si el góber electo de Veracruz repite la misma filosofía social de comunicación política.
MIÉRCOLES
Ley ultrajada
Una ley federal sobre la publicidad del gobierno a los medios es lacónica: el convenio será en base a su circulación y rating auditado por una empresa elegida por la autoridad.
La experiencia demuestra que ningún político, ningún funcionario público, la aplica.
Y es que, y por ejemplo, la mayor parte de periódicos alcanzan una baja circulación.
Además, uno es el tiraje en la rotativa y otra la circulación real y efectiva, de tal manera que en muchos casos la devolución es mayor.
Así, hay medios que sólo circulan en los puestos de periódico y en las oficinas de gobierno, y a veces, en las casas de los políticos donde, y de paso, son embargados por los escoltas.
Y en el caso del rating el fenómeno se repite con baja audiencia.
Y si la ley federal se aplicara, entonces, el ahorro en las arcas oficiales permitiría construir una escuela, un parque con juegos infantiles y hasta pavimentar calles y avenidas.
Resulta insólito, por ejemplo, y como ha denunciado el góber electo que Javier Duarte deba 70 millones de pesos al semanario “Centinela”.
Y más, considerando que si tal es la deuda, así será el dinerito que antes durante el sexenio habría estado cobrando.
Además, y como en el caso, un medio que regalan.
JUEVES
Voceros se van cabezones
La fama pública registra, salvo excepciones, que por lo general el director de Comunicación Social del gobierno de Veracruz se va cabezón manejando el presupuesto para los medios.
De entrada, y por ejemplo, la fama es de que los voceros suelen “ordeñar la cabeza” dese el tradicional diez por ciento hasta el 50 por ciento. Mitad y mitad para acabar pronto.
En otros casos, la fama pública registra que algunos voceros hasta financian sus propios medios, conscientes y seguros de que tendrán un sexenio para crecer en materia económica.
Además de la subasta de insumos de la oficina, como alguna vez contara el vocero fidelista, Juan Alfredo Gándara, de que apenas había tomado posesión un proveedor de papelería le cayó en su oficina y le dijo:
“Yo daba el 15 por ciento de diezmo a su antecesor y se lo vengo a renovar. Y soy buen pagador”.
Gándara se lavó las manos y lo remitió a la secretaría de Finanzas y Planeación. “Yo no manejaré dinero”, dijo.
Ya se verá, entonces, la forma con que el vocero yunista come tacos, pues en la forma de mascar se conoce al tragón.
VIERNES
“Vivir fuera del presupuesto”
El debe ser dice que el político ha de vigilar el uso del dinero público para el bienestar social y la tarea del reportero es informar tal cual los hechos.
Pero en el ser la sentencia se vuelve utopía, y las utopías son sueños inalcanzables que sólo existen en la mente calenturienta.
Por eso, en el mundo de las usurpaciones, el político hace como que gobierna y el medio hace como que informa.
Y en tal enjuague las partes salen beneficiadas, y en todo caso, el político se vuelve generoso con el erario en su trato con los magnates de la prensa y los trabajadores de la información.
El Comité de Víctimas 18 de junio, de Nochixtlán, Oaxaca (9 muertos) pidió a Televisa y TVAzteca lo siguiente:
“Digan la verdad. No se vendan al gobierno. No sale la información como debe ser. Mataron a mi hijo y pido justicia para todos los muertos y heridos”.
En el recuento de los años y los siglos, la realidad es que la prensa se vuelve una caja de resonancia de los políticos, aplicando la vieja y legendaria frase de César Garizurieta, “El tlacuache” tuxpeño, de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.