La organización ambientalista Greenpeace, exigió al Congreso local impulsar una investigación académica, interdisciplinaria e imparcial para analizar los casos de cáncer que se han presentado en municipios cercano a la central de Laguna Verde, “producto de la exposición a radiactividad de la planta nuclear».
Esta petición se deriva ante el aumento de diversos tipos de cáncer en poblaciones aledañas a Laguna Verde, como en Vega de Alatorre, ubicado a 48 kilómetros de la planta, donde a finales de 2010 se documentaron 48 casos de cáncer, 17 en Paso del Cedro, municipio de Actopan y 20 en Buena Vista, en Emiliano Zapata.
A través de un comunicado difundido el pasado 20 de julio, la agrupación ambientalista refirió que, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud, “Veracruz ocupa el primer lugar a nivel nacional en incidencia de cáncer infantil”.
En base a estudios académicos realizados en distintos momentos por investigadores de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Campeche, se ha confirmado la presencia de radionúclidos de cesio 137 en lagunas de la entidad.
Es el caso de la Laguna de El Llano, a 5 kilómetros de la central nuclear, así como las de Catemaco y Tamiahua, y en la Playa de Villa Rica en Veracruz.
Además, apuntó, de acuerdo con la Agencia de Substancias Tóxicas y Registro de Enfermedades de Estados Unidos (ASTDR por sus siglas en inglés), señala que “es razonable suponer que individuos expuestos en forma aguda a cesio radiactivo, podrían desarrollar algún tipo de cáncer”.
Hasta ahora, refirió, “existen elementos suficientes para dudar sobre el origen de los casos de cáncer en poblaciones cercanas a Laguna Verde”, sin embargo, “debemos conocer si existe o no una relación directas de estas enfermedades con la operación de la nucleoeléctrica”.
Por ello, la coordinadora de la campaña de clima y energía de Greenpeace, Beatriz Olivera, subrayó, “es necesario investigar más a fondo”, con un alto rigor científico las causas de este problema de salud pública, más que minimizarlos y presentarlos como parte de las estadísticas nacionales por hábitos de la población.
Hoy, ante la petición difundida por Greenpeace, el grupo legislativo del Partido Nueva Alianza (PANAL), presentó un anteproyecto de punto de acuerdo al pleno legislativo, donde solicitó exhortar a la comisión especial de protección civil de la Cámara de diputados federal, “convenir un acuerdo con la UNAM para que dirija una investigación imparcial y multidisciplinaria para determinar el impacto ambiental y el riesgo sanitario por la posible emanación de radiación de la central nuclear”.
El PANAL, a través de Ulises Ochoa Valdivia, señaló que la nucleoeléctrica genera cerca del 5% de la energía que se consume en el país y actualmente opera con 2 reactores, aunque tiene capacidad para dos más, sin embargo, “sabemos por la Comisión Federal de Electricidad que existen planea de modernización del equipo más que de incremento del número de reactores”.
De acuerdo a diversos estudios técnicos, en términos de generación de energía, dijo, con la operación de esta nucleoeléctrica se evita la emisión anual de entre 6 y 8 toneladas de bióxido de carbono, “por lo que se le considera una energía más limpia que la que se genera a partir de combustibles fósiles”.
Por otro lado, acotó, “los detractores de la operación de este tipo de plantas señalan que estos beneficios pueden tener altos costos sociales, políticos y económicos en caso de algún accidente nuclear”.
Atendiendo el funcionamiento rutinario de las centrales nucleares, a un importante número de estudios en la materia y a la opinión de diversos organismos dedicados a la protección radiológica, “se considera que aun con todas las medidas de seguridad, existen emisiones radiactivas que sin duda pueden aumentar la probabilidad de daños a la salud y al medio ambiente”.
Por lo que, consideró que en el caso de Laguna Verde, por estar asentada en esta entidad, “es fundamental que se aporten mayores datos para dar tranquilidad a la sociedad”, a través de estudios y mediciones, y revisar las instalaciones las veces que sean necesarias, ya que el equipo que se utiliza tiene más de dos décadas de operación.
En diversas ocasiones se ha denunciado que en congregaciones ubicadas en las inmediaciones de la planta nuclear han aumentado los casos de cáncer, como en Vega de Alatorre, donde se han registrado 108 casos con 38 fallecimientos, presuntamente relacionados con este padecimiento desde 2008 a la fecha.
Por ello, subrayó, es urgente y necesaria una amplia evaluación y con una base científica respecto a la eventual contaminación radiológica que pudiera estar presente en la zona, el deterioro de los recursos naturales, la erosión y el posible daño ambiental, así como las condiciones de las rutas de evacuación para enfrentar alguna contingencia.
(E consulta Veracruz)
Editorial
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