«Adelitas» de la Revolución mexicana

México, 1924. Escena típica de los campamentos, en las que las mujeres de la clase humilde seguían a los soldados para proporcionarle toda clase de auxilios en los momentos difíciles. Eran conocidas como soldaderas o adelitas.

Las «soldaderas» que acompañaban a las tropas durante la guerra.

Por Federico Ayala Sörenssen/Abc

México, 1924. Escena típica de los campamentos, en las que las mujeres de la clase humilde seguían a los soldados para proporcionarle toda clase de auxilios en los momentos difíciles. Eran conocidas como soldaderas o adelitas

La Revolución de México empezó en 1910, con una revuelta en el norte que acabó con el exilio de Porfirio Díaz a París. El final es incierto, algunos hablan de 1917, de 1920, 1924 incluso de los años 40. Lo cierto es que es el acontecimiento más importante de México en el siglo XX y que tuvo numerosos episodios y personajes legendarios, como Pancho Villa o Emiliano Zapata.

Es legendaria la figura de las soldaderas, también conocida como adelitas. Una representación de la mujer que tiene una maravillosa banda sonora, La Adelita. No se sabe bien su origen. Unos hablan de una mujer de Durango que se unió a las tropas maderistas y de la que se enamoró Madero. Aunque la que más nos gusta es la que habla de la enfermera Adela Velarde, que atendió al soldado Antonio del Río Armenta, quien compondría el famoso corrido:

Si Adelita se fuera con otro

la seguiría por tierra y por mar,

si por mar en un buque de guerra

si por tierra en un tren militar.

Si Adelita quisiera ser mi esposa,

y si Adelita ya fuera mi mujer,

le compraría un vestido de seda

para llevarla a bailar al cuartel

Pero Adela Velarde vivió también una historia de amor que parece casi una novela de Gabriel García Márquez –No podemos dejar de recordar El Amor en los tiempos del cólera- con el coronel Alfredo Villegas. Se enamoraron durante la revolución, pero tuvieron que separarse en 1915. Cuarenta y nueve años después volvieron a reunirse. Ella tenía sesenta y siete años y él setenta y cuatro, y habiendo perdido a sus parejas, contrajeron matrimonio. Adela murió siete años más tarde en un hospital de San Antonio, Texas, de un cáncer.

Podíamos hablar de que más allá de la leyenda, la mayoría eran simples campesinas que se incorporaron a los ejércitos acompañando al padre, al hermano, rara vez al esposo, muchas veces a quien fuera que les proporcionase algo de comida a cambio de trabajo y consuelo. Pero para que estropear una historia tan bonita que encima tiene una banda sonora que todos recordamos.

La fotografía es de Liaño, un interesante fotógrafo mexicano que colaboró regularmente con el Excélsior en la década de los veinte, y que publicó algunas fotografías en ABC.

Comentarios de Facebook
Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Print this page
Print

Acerca de Expreso de Tuxpan

El sitio de noticias líder de Tuxpan, todo lo importante de la política, cultura, mundo, desarrollo, ciencia, tecnología y más.

Ver todas las entradas de Expreso de Tuxpan →

13 comentarios en ««Adelitas» de la Revolución mexicana»

  1. Pingback: max
  2. Pingback: Chris
  3. Pingback: Jared
  4. Pingback: jerome
  5. Pingback: Trevor
  6. Pingback: Bernard
  7. Pingback: otis
  8. Pingback: Glen
  9. Pingback: Morris
  10. Pingback: karl
  11. Pingback: Randall
  12. Pingback: Samuel
  13. Pingback: jim

Deja una respuesta