Se reunió el Obispo de Tuxpan con el Papa en el Vaticano.

A ponerse a cuentas con Dios llama el Papa Francisco a obispos y sacerdotes de Veracruz

Llamó a seguir el ejemplo de Jesucristo y a amar verdaderamente al prójimo, no a descartarlo o descalificarlo.

A ponerse a cuentas con Dios llamó a los obispos veracruzanos el Papa Francisco, porque les dijo que si no están con Dios que le pueden ofrecer a la gente, externó Juan Navarro Castellanos, Obispo de la Diócesis de Tuxpan, quien dentro de la delegación mexicana en visita “ad limina Apostolorum” se reunió con Jorge Mario Bergoglio en el vaticano.

El obispo de Tuxpan destacó que el Papa los convocó a ser modelo de palabra y con el ejemplo de Jesucristo Sacerdote, que nos invita a despojarnos de los oropeles de la mundanidad, del dinero y del poder.

El jefe de la iglesia católica en el norte de Veracruz, le presentó al pontífice un diagnóstico de la región diocesana, donde los problemas de pobreza, desempleo, inseguridad, impunidad e injusticia, son el común denominador.

Explicando que a pesar de los problemas, que dijo no son solo particulares de esta zona, hay grandes riquezas naturales y personas también con grandes valores.

Comentó que el Papa Francisco les resaltó que la justicia era la clave para la resolución de muchos problemas en esta región y en el Estado.

A este respecto refirió que se deben erradicar o cambiar las políticas y actitudes del “descarte” y la “exclusión”, el descarte de los pobres, de los desempleados, de los alcohólicos, de los drogadictos, porque indicó que toda exclusión genera violencia.

Por ello explicó que los gobernantes, como los sacerdotes deben ser cada día más incluyentes, sentir y pensar como los demás, seguir el ejemplo de Jesucristo y amar al prójimo, participar en la restauración o reconstrucción del tejido social que se encuentra muy dañado.

Finalmente dijo que el Papa los invitó a unir esfuerzos en favor de la paz social y de una convivencia justa, libre y democrática. A esto mismo los animó mi predecesor Benedicto XVI invitándolos a “no dejarse amedrentar por las fuerzas del mal, a ser valientes y trabajar para que la savia de sus propias raíces cristianas haga florecer su presente y su futuro”.