Por Dra. Zaida A. Lladó Castillo
Hace 21 años–para ser exactos en 1993–, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 3 de mayo, el Día Mundial de la Libertad de Prensa, para reconocer que una prensa libre, plural e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática.
La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la Declaración de Windhoek, recordando a los comunicadores africanos que en mayo de 1991 en un seminario de la organización educativa, científica y cultural de Naciones Unidas, organizado por la UNESCO en Namibia, elaboraron un documento donde se recogían los principios de la libertad de prensa africana, independiente y pluralista, basada en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Por lo tanto dos años después, la propia ONU declaró formalmente la celebración anual de la Libertad de Prensa para recordar, una vez más, la delicada situación profesional que experimenta el sector periodístico y de comunicación en el mundo y en nuestro país, que va desde: la pérdida de empleos para periodistas profesionales –por el cierre de numerosos medios de comunicación–, hasta el hecho de que muchos comunicadores padecen amenazas y atentados con resultados lamentables: pérdidas humanas en el ejercicio de su profesión, persecuciones en zonas de alto riesgo, encierros en las cárceles de países en donde la democracia sólo existe en el discurso populista y graves arbitrariedades contra los derechos de los periodistas , sus familias y ciudadanos en general.
Pero aun con todos esos riesgos ¿por qué fomentar una prensa libre, independiente, pluralista y –agrego–humana? La respuesta es simple: porque es esencial para el mantenimiento de la democracia y el desarrollo de la sociedad.
Pero hay que entender primero, lo que significa una prensa libre, independiente y pluralista, ubicada en la realidad y no partidaria de posiciones extremas, para diferenciarla con una prensa radical que se dice libre, pero que en el fondo responde a intereses de los grupos que manejan sus propias ideologías extremas y eso los hace limitados en su visión obstinada .
Desde mi punto de vista –y respeto quien no esté de acuerdo–, una prensa libre, expresa sin miedos la verdad y la realidad de nuestro medio ambiente y de la sociedad, como una forma de contribuir a la solución de los problemas sociales, económicos y políticos y para generar garantías de cambio en cada espacio y territorio, hacia estratos en donde la humanidad siempre sea la que salga favorecida.
Una prensa independiente, sin duda busca estar libre del control del Estado, pero eso no quiere decir que no se vincule con el mismo,–para bien o para observar el mal. Para bien, porque si la finalidad es generar y obtener información para poder transmitir la acción gubernamental de manera realista, honesta y comprobada, es una obligación del comunicador estar cerca de la fuente gubernamental con fines profesionales. Para mal, porque la prensa libre tiene que estar separada de la manipulación del Estado para descubrir lo que está mal y señalarlo, para que se corrija o castigue a quien falle a las instituciones y a la sociedad.
Lo lamentable es cuando ese acercamiento se convierte en transacción y se cobra por la adulación a los políticos, funcionarios, líderes, empresarios e individuos corruptos o enfermos de poder, etc., ocultando la verdad o manipulándola para crear “cortinas de humo” tras de la cual está esa realidad social lastimosa y triste, que el comunicador tiene la obligación de analizarla , investigarla y describirla de manera veraz y objetiva , exhibiendo los contextos en que una gran parte de la sociedad vive: marginada, discriminada y olvidada. Esa es la diferencia.
Pero también hay que observar la diferencia con la prensa radical, que opera en la libertad sin respeto, que no acepta vinculación con el gobierno porque prefiere juzgar –a menudo sin pruebas– persistentemente y subjetivamente–lesionando o exhibiendo–, desorientando la realidad, llevando siempre la visión hacia lo critico-destructivo y magnificando el error con una orientación tendenciosa y sectaria; en el fondo, igual ello busca finalmente la manipulación y el control de los grupos menos informados o resentidos que se identifican o coinciden con estas posiciones. Una prensa radical, incluso busca evitar el control de los materiales y de la infraestructura esencial para la producción y la difusión de la propia prensa. Es una prensa, que lesiona a la propia prensa.
Una prensa pluralista, busca recoger todas las expresiones ideológicas, en la opinión ciudadana y en la visión del comunicador cultivado; también busca el final de monopolios y para ello debe dar entrada a la existencia del número mayor posible de medios de comunicación (periódicos, revistas, televisión, radio, etc.) para hacerla más accesible y refleje el mayor rango de expresión de comunicadores, expertos y la comunidad. Muy diferente de cuando se piensa, que el ser plural es ser selectivo en las ideologías o impositivo de unas cuantas formas de expresión; o cuando se valida sólo unas cuantas firmas o cadenas comunicadoras que acaparan la información dejando sin posibilidades a otras expresiones que pueden ser difundidas a través de medios más imparciales.
Y agrego: una prensa humana, porque una prensa libre, plural e independiente, también debe estar siempre aliada a las necesidades de los individuos; solo así cumplirá con esa tendencia hacia hacer realidad la democracia, es decir: libertad de la información y de la expresión al parejo de la libertad ciudadana, porque ambas–libertad de expresión y libertad ciudadana–, se convierten en una contribución fundamental al cumplimiento de las aspiraciones humanas.
Por eso hoy y siempre nos solidarizamos con todos nuestros amigos y amigas que hacen de la prensa, periodismo o comunicación, un verdadero arte al servicio de la humanidad y en especial, para los que su actividad cotidiana la basan en una actuación profesional, respetuosa y responsable, para cumplir con creces con la misión y vocación de: orientar, informar y formar ciudadanía todos los días.
Tarde la felicitación a los comunicadores, pero segura.
Gracias y hasta la próxima.
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