Por Maruxa Ruiz del Árbo/El Futuro es apasionante
Luis Miguel Ariza
Autor de ‘Vigilen los cielos’
En La invasión de los ladrones de cuerpos, película dirigida por Don Siegel en 1954, unos extraños dobles llegados del espacio exterior suplantan la identidad de pacíficos ciudadanos estadounidenses. Los aliens no tienen sentimientos y, aunque exteriormente se muestran idénticos, es fácil reconocer la impostura porque pase lo que pase a su alrededor se mantienen impávidos. La crítica vio en la obra de Siegel -cineasta de trazo grueso y poco dado a las sutilezas- una diatriba anticomunista, aunque también hay quien ha afirmado que lo que refleja es precisamente lo contrario: la paranoia del país durante la Guerra Fría, su obsesión por encontrar enemigos y sospechosos en cualquier parte. De una u otra forma, lo seguro es que aquellos extraterrestres impertérritos decían más de la sociedad humana de su tiempo que de civilizaciones de otros planetas.
Luis Miguel Ariza, periodista, divulgador científico y escritor coincide en que esta es la tónica general del cine de ciencia ficción, puesto que “ofrece una ventana sociológica de exploración de estas sociedades y de sus miedos. Es una máquina del tiempo”. En su último libro, ¡Vigilen los cielos!, Ariza repasa 22 grandes títulos del género para revelar los secretos y significados que se esconden (o se muestran) en sus imágenes. Utilizar la ciencia ficción como instrumento para afirmar teorías sociales, políticas e incluso religiosas no es nada nuevo. Ahí está, sin ir más lejos, Ron L Hubbard, el polémico fundador de la Cienciología. Un modesto escritor de novelas del género sobre las cuales, sin embargo, cimentó algunas de las ideas de su exitoso culto. En el terreno académico y universitario la ciencia ficción también ha tenido predicamento. Numerosas tesis doctorales han analizado la realidad del mundo tomando como piedra de toque las ficciones futuristas. El panorama es inabarcable, con propuestas tan heterogéneas como el estudio de género De hombres y cyborgs: la construcción de la masculinidad en el cine americano actual de ciencia ficción de Rocío Carrasco publicado por la universidad de Huelva, o el análisis arquitectónico Entre Blade runner y Mickey Mouse, nuevas condiciones urbanas: una perspectiva desde Los Angeles, California de José Luis Pérez de Lama y publicada por la universidad de Sevilla.
“Cada película es producto de su época”, asegura Ariza, y así lo refleja en los análisis que dedica a estos clásicos en su libro, tratando de responder a preguntas como qué es lo que representa el personaje de Neo en Matrix, si Star Trek responde a una visión optimista y cosmopolita de lo que podría ser el futuro, o qué ideologías políticas y ansiedades sociales se exponen en Terminator. Todo ello, además, de una forma accesible y divertida. Tal cual es siempre la buena ciencia ficción.
Edición: Maruxa Ruiz del Árbol
Texto: José L. Álvarez Cedena