Momentos de terror e histeria vivieron pasajeros de un autobús, al registrarse un violento enfrentamiento a balazos dentro de la unidad, entre un presunto policía del Distrito Federal y tres delincuentes que pistola en mano pretendían cometer un asalto, durante el tiroteo, los tres presuntos asaltantes y un pasajero perdieron la vida: uno de los supuestos rateros todavía descendió de la unidad y 50 metros adelante cayó muerto.
Después de la mortal balacera, el supuesto policía del Distrito Federal rápidamente bajo del autobús para darse a la fuga, sin que ninguno de los pasajeros que quedaron vivos proporcionara su media filiación ni sus rasgos físicos, argumentando que había actuado en defensa propia y lo mejor «que había quitado de este mundo a tres ratas más».
Los violentos hechos que costaron la vida de los presuntos asaltantes, hasta el momento desconocidos, y de uno de los pasajeros que fue identificado como Ricardo Roldán Adame, de 45 años de edad, se registraron minutos antes de las siete de la mañana de hoy, en el kilómetro 7 de la carretera federal México-Cuautla, a la altura de la Colonia Casco de San Juan, en el paraje denominado El Coco, en este municipio.
Autoridades policiacas informaron que de acuerdo a las versiones que dio Javier Castillo Luna, de 28 años de edad, chofer del autobús de pasajeros de la línea Cardenales, número económico 9148, placas 746-HZ-1, circulaba con toda normalidad por la zona procedente del Distrito Federal rumbo a la Delegación San Rafael, en el municipio de Tlalmanalco, con 8 pasajeros a bordo, cuando repentinamente tres sujetos que acababan de subir, sorpresivamente se levantaron de sus asientos y a punta de pistola y bajo amenazas de muerte amagaron a los pasajeros con la intención de cometer un asalto.
Al momento en que esto sucedía, dijo el chofer, otro de los pasajeros que después supo por testimonio de él que era policía del Distrito Federal, también se levantó de su asiento y con la intención de evitar el atraco, sacó una pistola y le ordenó a los malvivientes que bajaran sus armas; sin embargo, como éstos hicieron caso omiso y comenzaron a disparar contra el supuesto policía, éste repelió la agresión, por lo que en ese momento se inició un violento enfrentamiento a tiros dentro del autobús.
Durante el tiroteo, agregó el chofer, dos de los presuntos asaltantes perdieron la vida dentro del autobús, al igual que uno de los pasajeros que fue alcanzado por una bala perdida que hizo blanco en su cabezal, a la altura de la sien izquierda.
Otro de los asaltantes, dijo el chofer, al ver que sus dos cómplices cayeron muertos, de inmediato se dirigió hacia él y lo encañonó con un arma de fuego para obligarlo a detener la marcha del autobús, bajar y escapar; sin embargo, no logró su objetivo, pues el supuesto policía del DF, desde la parte trasera del autobús le disparó y con tan buena puntería le asesto dos certeros tiros en el pecho que lo sacudieron y a pesar de que logró bajar del autobús, 50 metros adelante se desplomó y también cayó muerto; autoridades policiacas encontraron el arma que utilizó este sujeto para enfrentar al supuesto policía del DF, siendo esta una pistola calibre .357, tipo Magnum.
Luego del tiroteo, añadió el chofer, el sujeto que enfrentó a los presuntos ladrones se le acercó y tras manifestarle que era policía del Distrito Federal, bajó de la unidad para darse a la fuga, pues, según dijo, aunque había actuado en defensa propia y en cumplimiento de su deber, sabía que iba a tener problemas con la justicia, ya que lamentablemente en el tiroteo uno de los pasajeros murió y por tal motivo iba a ser detenido, mientras se realizaban las investigaciones.
Al tener conocimiento de los mortales hechos, elementos de la PFP, de la Policía Municipal y de la ASE se presentaron en el lugar y acordonaron toda la zona, al tiempo que pidieron la intervención del agente del ministerio público para que diera fe de los hechos.
Durante las primeras inspecciones oculares, el MP determinó que dos de los presuntos asaltantes quedaron muertos dentro del autobús con varios impactos de bala en diferentes partes de su cuerpo, al igual que el pasajero Ricardo Roldán Adame, quien quedó en su asiento con un tiro en la cabeza, en tanto que el tercer asaltante quedó tirado afuera, 50 metros adelante.
En el lugar se encontraron varios casquillos percutidos de pistolas calibre .9 milímetros y 357.
Del supuesto policía, como ya se dijo, ya no se supo nada, pues tanto el chofer como los pasajeros se negaron a dar cualquier tipo de información de él.(La Prensa)