David Blaine voló a 7.600 metros de altura antes de lanzarse en paracaídas de vuelta a tierra
El País
Segundos antes de alzar vuelo, David Blaine se despidió de su hija de nueve años con un beso. El ilusionista estadounidense dejó caer pequeñas pesas para acelerar su ascenso hasta rozar los 9.000 metros, la altura en la que viajan la mayoría de las aerolíneas comerciales. A mitad del vuelo se colocó una máscara de oxígeno mientras un equipo monitoreaba sus niveles de oxígeno y temperatura corporal, ya que a esa altura se superan los 20 grados centígrados bajo cero. Blaine, de 47 años, cruzó así el desierto de Arizona en un viaje que duró 30 minutos y acabó cuando soltó los globos y se lanzó al vacío en paracaídas de vuelta a tierra.
Blaine es un artista extremo conocido por realizar acrobacias de resistencia de alto perfil y alto riesgo. Sus hazañas incluyen enterrarse vivo durante siete días, meterse en un cubo de hielo por más de 48 horas en pleno Times Square, en Nueva York, y encerrarse 44 días en una jaula de fibra suspendida sobre el río Támesis, Londres, subsistiendo a base de agua.