Permaneció internada 146 días; recibió lavados mecánicos, curaciones diarias y manejo del control metabólico
La señora Lorenza ingresó el 20 de febrero al Hospital Rural (HR) del programa IMSS-Bienestar, en Papantla, con un diagnóstico de sepsis atribuida a una infección en el muslo izquierdo, derivado de un descontrol en el tratamiento de la diabetes mellitus que padece.
La sepsis es una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección. Es una urgencia médica y si no se diagnostica y trata de forma temprana, puede ocasionar daño irreversible a los tejidos, choque séptico, insuficiencia orgánica múltiple y poner en riesgo la vida.
La paciente permaneció 146 días internada, y el tratamiento que se le otorgó fue a base de lavados mecánicos, curaciones diarias y manejo del control metabólico.
Su evolución fue favorable al proceso infeccioso, por lo que fue dada de alta a los cuatro meses de su ingreso al Hospital Rural, informó la coordinadora de Consulta Externa, Cristy López Hernández.
La doctora explicó que este tipo de cuadro infeccioso no es tan frecuente, pero pueden presentarse complicaciones por descontrol metabólico en dos de cada 10 pacientes diabéticos.
Añadió que la señora Lorenza tuvo un 50 por ciento de riesgo de morir, pero gracias a los cuidados, superó satisfactoriamente la infección. Cabe destacar que actualmente no presenta síntomas y se recupera favorablemente, junto a su familia, en su domicilio desde el pasado 25 de junio.
Durante su estancia hospitalaria, además de los lavados mecánicos, también se le sometió a un doble tratamiento de antibióticos y a una colostomía (derivación del intestino hacia el exterior) para sanar el padecimiento.
La señora Lorenza tiene 62 años de edad, es originaria de la comunidad de Solteros de Juan Rosas, del municipio de Papantla de Olarte, Veracruz, y es madre de cinco hijos.
Recuerda que su pierna estaba negra, olía muy feo y no podía sentarse. Dijo estar agradecida con Dios y, especialmente, con los médicos y enfermeras del Hospital Rural de Papantla, de IMSS bienestar. “Sin la ayuda de ellos y de mis hijos, no me hubiera salvado”.
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