El Boeing 787-8, que costó 218 millones de dólares, aterrizó este miércoles en el aeropuerto de la Ciudad de México.
Por Sonia Corona/El País
El nuevo avión presidencial de México ha aterrizado la madrugada de este miércoles en el aeropuerto de la Ciudad de México. La aeronave, un Boeing 787-8, reemplazará en las próximas dos semanas al avión ‘Benito Juárez’ (un Boeing 757) en el que desde 1988 viajan los presidentes de México. La compra del aeroplano generó polémica desde que el Gobierno mexicano anunció en 2012 el pago de 218 millones de dólares durante 15 años para renovar la pieza más importante de la flota presidencial.
Al avión le ha sido designado el nombre de José María Morelos y Pavón en memoria a un héroe de la independencia de México. El aeroplano viajó desde Dallas (Texas, EE UU) donde la firma Boeing entregó el equipo aeronáutico al Estado Mayor Presidencial. Tras su aterrizaje, la aeronave fue llevada al –también nuevo– hangar presidencial. El fabricante se ha comprometido con el Gobierno mexicano a instruir a alrededor de 50 miembros del Ejército mexicano sobre la operación del avión. En los próximos días, el ‘Morelos’ realizará diversas pruebas y sumará horas de vuelo a su certificación antes de que el presidente Enrique Peña Nieto lo estrene.
El Boeing 787-8 tiene una capacidad de 242 pasajeros, sin embargo la aeronave fue acondicionada para las actividades del presidente de México y solo podrá trasladar a 80 personas. El avión puede viajar unas 20 horas o 14.500 kilómetros sin repostar combustible por lo que puede llegar prácticamente a cualquier destino sin detenerse. Además, sus motores están diseñados para gastar menos turbosina y disminuir la contaminación sonora. El avión ha sido adaptado para contar con Internet y comunicación satelital durante todo el viaje, así como sistemas antiespionaje.
Tras tres años de debate con la oposición sobre el gasto en el avión, el Gobierno mexicano anunció en enero que conservaría el ‘Morelos’. Un auditor externo determinó que el Estado podría perder el 42% del valor de la aeronave si decidía venderla. Se estima que el nuevo aeroplano presidencial sirva para transportar a los próximos cinco presidentes de México (unos 30 años). La flota de la presidencia de México está compuesta por 14 aeronaves –entre helicópteros, avionetas y aviones– y el antiguo avión ‘Benito Juárez’ servirá de suplente en caso de mantenimiento o avería.
Editorial
