Por Dra. María Eugenia Maldonado Vite/Revista Praxis
En el mundo prehispánico, la ciudad más importante y sagrada en la Costa del Golfo hacia el periodo Epiclásico (650-1000 dne) era Tajín, quien regía la vida económica y política de la época. A su caída, alrededor del año 1100-1100 o cuando más tarde 1200 dne (Pascual Soto, 2006), con los consecuentes reacomodos políticos, en el sur de la Huasteca surgieron diversos asentamientos que, con el paso del tiempo, algunos de ellos se convirtieron en las capitales de pequeñas unidades políticas; en el caso de la Huasteca se denominaban bichou.
Uno de esos bichou fue Tochpan (aunque desconocemos su nombre teenek o huasteco), se desarrolló cerca de la desembocadura del río Tuxpan aprovechando su ubicación estratégica en la margen sur, seguramente con el fin de tener el control de las vías fluviales y marítimas, además de los numerosos y diversos recursos bióticos para la subsistencia y el intercambio. El sitio arqueológico conocido localmente como Tabuco fue la capital más temprana de dicho bichou, un pequeño pueblo que fue creciendo a través del tiempo, siendo sede de un importante grupo de élite que controlaba los recursos medio ambientales estuarinos, llegando a ser una zona de producción especializada que funcionó como foco de poder desde, por lo menos, 1100 d.n.e (Maldonado Vite, 2016).
Así, en la fase temprana, el bichou posiblemente multiétnico de Tochpan comprendió un pequeño territorio cuyos gobernantes huastecos mantenían contacto y relaciones con las regiones aledañas ocupadas por nahuas, otomíes, y otras etnias minoritarias. En este sentido, este espacio geográfico ha sido considerado como la frontera sur de la Huasteca y una zona de transición cultural con los totonacas más sureños y serranos.
Para entonces, la gran urbe de Tula dominaba el norte del altiplano central y estaba ya en franca decadencia alrededor del 1150 d.n.e (Cobean y Gamboa, 2007), pues tuvo su apogeo desde el 900 d.n.e. En la Historia Tolteca Chichimeca y de acuerdo a Ixtlixóchitl (1995) y otras fuentes, la Huasteca mantenía relaciones con Tula. En la historia de Texcoco se dice que cuando en Tula se inician las revueltas por los cambios políticos, parte de sus habitantes regresaron a la Huasteca de donde habían salido tiempo atrás.
La conformación de la Triple Alianza azteca y el avance hacia la Huasteca
Con la caída del estado tolteca, en la cuenca de México se dan grandes e importantes movimientos poblacionales con la llegada de múltiples oleadas de grupos venidos del norte y occidente. Con el tiempo, la supremacía en el noroeste de la cuenca la obtienen los tepanecas de Azcapotzalco, quienes sojuzgan a varios pueblos, entre los que se encuentran los tenochcas.
Después de la derrota de los tepanecas de Azcapotzalco en 1428, lograda por los huey tlatoanis, Itzcóatl de Tenochtitlan (de filiación étnica nahua mexica), Nezahualcoyotl de Texcoco (de filiación étnica acolhuas) y sus aliados, se estableció la última Triple Alianza que fue consolidada entre 1433 y 1440 dne, en la que se incluyó a Tlacopan (Tacuba de filiación étnica otomiana y tepaneca) con Totoquihuatzin, por instancia de Nezahualcoyotl.
En esta fase temprana del Imperio, el avance sobre los territorios fuera de la cuenca de México con fines tributarios tuvo como principio el orden cosmogónico, cada reino avanzó sobre un rumbo del universo diferente.
Texcoco dominó las unidades políticas y los pueblos al este y noreste del Imperio, según Ixtlixóchitl, toda la Costa del Golfo desde la Mar del Norte con la Gran Tochpan y Cuextlan (la Huasteca), hasta la Mar del Sur (sur de Veracruz) y hasta la frontera con Coatzacoalco.
Los acolhuas de Texcoco tenían antecedentes de dominio o algún tipo de relación con el sur de la Huasteca probablemente desde el gobierno de Techotlala (1357-1409) rey de Texcoco (Stresser-Péan, 1995:85), que se retomó bajo el gobierno de Nezahualcóyotl ( 1429-1472). Tenía la supremacía en los territorios al este de la cuenca de México, es decir, la ruta hacia la costa del Golfo Norte al sujetar los territorios de Tulancingo, Acaxochitlan Zacatlán (Ce Acatl-tlan) y los pueblos de la sierra de Puebla como Xicotepec; por lo que Ixtlixóchitl (1985) asienta que, con dicha acción, estaban recuperando la tierra de sus ancestros.
La fecha propuesta para la primera conquista de Tochpan es entre 1429 y 1439 y debió ser a manos de Nezahualcoyotl, ya que el reinado de Moctezuma inicia casi 10 años después, entre 1440 y éste no estaba interesado en la Costa del Golfo.
En el Códice Xicotepec (Stresser-Péan, 1995) según la interpretación de Stresser-Péan, en 1444 Nezahualcoyotl y su hijo Cipactli organizan un ataque en el que participan los huastecos. A partir de entonces, aparentemente se mantiene una sujeción de la Triple Alianza a través de Texcoco (no de los tenochcas) en la Huasteca, aunque aún no sabemos con precisión qué territorios o pueblos.
Según Ixtlixóchitl (1975), Netzahualcóyotl conquistó las provincias de Tochpan y Tziuhcoac y nombró a sus mayordomos; aunque las fuentes tenochcas la atribuyen a Moctezuma Ilhuicamina además de la de Tamapachco.
Al parecer, una de las motivaciones más importantes, si no la principal para la conquista y sujeción de la Huasteca, fue el asegurar el abastecimiento de alimentos durante las crisis agrícolas futuras y evitar catástrofes similares a la famosa hambruna en el año 1 Conejo en el Valle de México en 1454, es cuando se lleva a cabo, entre 1449 y 1454 el ataque del ejército tenochca contra Tzicoac, Temapachco y Tuxpan dando como parte del botín, los prisioneros que fueron sacrificados en ocasión de la inauguración del temalácatl de Moctezuma I (Durán, 1995).
“A pesar de esta información, los huastecos no quedaron como tributarios de los mexicas; por lo menos en el Códice Mendocino se registran pueblos tributarios huastecos hasta la época de Axayácatl, lo cual es corroborado por los Anales de Cuauhtitlan (p. 67)” (Graulich y Ochoa, 2003:101). Estas conquistas posteriores ocurrieron cuando Nezahualcóyotl había perdido su fuerte posición como señor de Tetzcoco -y finalmente muere en 1472-, bajo el gobierno de Nezahualpilli y del predominio tenochca.
Repercusiones de la incursión de la Triple Alianza en la región de Tuxpan
Las pugnas internas del Imperio se vieron reflejadas en los territorios foráneos como fue el caso del bichou de Tochpan y especialmente en su capital Tabuco.
El avance sobre territorios codiciados por su ubicación estratégica o por sus bienes económicos se dirigían, en una primera instancia, a convencer al gobernante local de entregar voluntariamente una cantidad de tributo de diferentes materias primas; si no lo hacía, entonces eran obligados por la fuerza de las armas, tal como se simboliza en el Códice Mapa Local de los Lienzos de Tuxpan (Melgarejo Vivanco, 1970) con las flechas y el escudo que se representó al centro de la escena.
De acuerdo con las recientes investigaciones realizadas en lo que aún se conserva del sitio arqueológico de Tabuco, la última ocupación registrada en uno de los conjuntos habitacionales, ha sido fechada para el 1409 ±20 d.n.e, y se caracteriza por nuevos patrones arquitectónicos de edificios, así como la aparición de nuevos tipos de figurillas y de cerámica sobre etapas de ocupación previas con orientaciones, plantas arquitectónicas y figurillas diferentes.
Esta ruptura en los patrones culturales podría corresponder con los hechos documentados en las fuentes etnohistóricas sobre la incursión en la Huasteca y específicamente a la primera conquista de Tochpan entre 1429 y 1439 por los acolhuas de Texcoco bajo el reinado de Nezahualcoyotl. Para entonces Moctezuma aún no asumía el trono de Tenochtitlan ni su supremacía dentro de la Triple Alianza.
Es un hecho que Tabuco fue parcialmente abandonado, provocado en gran medida por una reorganización político administrativa al pasar de ser un bichou autónomo a la imposición de un calpixque o recaudador imperial, quien cumplía la función de reunir los diferentes artículos que componían el tributo, estableciéndose en la ciudad más grande e importante, la cabecera de la recién conformada provincia tributaria.
Así, Tabuco trasladó la sede de su poder político y administrativo a una ubicación más adecuada para cubrir las nuevas necesidades de producción intensiva y comunicación, así como para tener el espacio suficiente para la instalación del famoso tianguis regional y una mejor conexión con las rutas comerciales. Estas son las condiciones que debieron obligar a la fundación de Tochpan, el asentamiento que fungió como la capital tardía del bichou del mismo nombre y lugar de residencia del calpixque o recaudador mexica que recolectaba el tributo de todos los pueblos menores.
El nuevo emplazamiento se ubicó también en la margen sur del Tuxpan, pero río arriba, en una parte alta a un lado de la desembocadura del Arroyo de Cañas.
Este debió ser el lugar más grande e importante, ya que a decir de las fuentes, el recaudador o calpixque impuesto por los conquistadores se establecía junto al gobernante local, ambos mantenían el orden y en ciertos casos, éste último era reemplazado si se rebelaba, enviando entonces a un gobernante del imperio cuauhtlatoa (de cuauhtli-águila y tlatoa-hablar).
Esta estructura política impuesta se plasmó en el Códice antes citado. Se observa un personaje con tocado de águila en su cabeza y la vírgula de la palabra, al lado del gobernante de Tochpan (Tochpantzin de tochtli-conejo y tzin-reverencial) con el conejo en la parte trasera. Este gobierno dual fue característico del imperio (figura 4).
Ambos personajes se ubican junto al topónimo de Tochpan, en la margen sur de un río, el Tuxpan y al lado de la confluencia de otra corriente de agua, el estero o arroyo de Cañas. De este lugar sale un camino con huellas que se bifurca en dos ramales, uno a hacia la costa y otro hacia la sierra, dos de las rutas comerciales existentes en esa época.
El tributo impuesto a Tochpan
El objetivo de la expansión y conquista fue la imposición de obligaciones tributarias, la obtención de bienes de lujo con alto valor comercial o suntuario que no se producían en la cuenca de México.
La tributación principal y más numerosa de Tochpan se daba en artículos de producción y manufactura local, especialmente el algodón en forma de mantas blancas (6,400 mantas al año), pero también 800 huipiles al año, 400 maxtles al año y sobre todo mantas coloridas y con diseños especiales de varios tamaños (400 al año), así como trajes de guerreros con sus rodelas con plumas y 20 cargas de plumas blancas y moradas, lo que implica una alta especialización en el hilado y tejido, así como en una producción intensiva de algodón (figura 5).
La otra parte del tributo consistía en bienes suntuarios productos de una economía de mercado e intercambios comerciales a larga distancia como piedras verdes y discos de mosaicos de turquesa.
Se sabe que en aquellos lugares donde había rebeliones, el tributo se duplicaba, tal debió ser el caso de Tochpan, ya que se rebeló en varias ocasiones durante el gobierno de diferentes huey tlatoanis o reyes del imperio como se verá a continuación.
Rebeliones y sujeciones de Tochpan
Los acolhuas debieron mantener su supremacía en la Huasteca hasta la muerte de Nezahualcoyotl en 1472, heredando su posición a su hijo menor Nezahualpilli, quien por su juventud y menor poder, perdió la supremacía en la región.
Así, bajo el reinado de Axayácatl (1469-1481), se vuelve a conquistar la Costa del Golfo norte hacia el final de su mandato, marcando la era de Tenochtitlan al frente del Imperio en esta región, venciendo y conquistando los pueblos huastecos de Tetzapotitlan que cae entre 1479 y 1480, además de Miquetla, Tamuoc, Tampatel, Tochpan y Tenextipac.
Sin embargo, el acontecimiento más significativo en cuanto al avance y control del territorio huasteco, fue la fundación de una guarnición militar en Tetzapotitlan, un poblado ubicado aún en la planicie costera, justo al pie de las primeras estribaciones de la Sierra Madre Oriental y en el camino a Metlalteyocan.
Este pueblo huasteco debió conquistarse con los primeros avances de los texcocanos, alrededor de 1438 en la Sierra de Puebla como se plasmó en el Códice Xicotepec Stresser-Péan, 1995) y pudo pertenecer originalmente al bichou de Tochpan, a decir de sus materiales arqueológicos, aunque después debió estar sujeto al vecino Xicotepec, según la interpretación de la conocida “estela” de Castillo de Teayo (Maldonado, 2006) donde se consigna la muerte del personaje de 1 Cipactli, hijo de Nezahualcoyotl, al parecer, señor de este lugar, pero perteneciente al linaje acolhua
En la piedra de Tizoc cuyo reinado fue de 1481-1486, se consigna la sujeción y conquista de Tochpan (figura 6), como una de las conquistas de los tlatoanis anteriores de Tenochtitlan, aunque en esta etapa solo aparece re conquistado el pueblo de Miquetla en el Códice Mendoza (1980); su reinado duró solo cinco años porque se dice que fue uno de los señores más débiles en cuanto a su fuerza militar.
Durante el reinado de Ahuízotl (1486-1502) se recuperó el poderío mexica que se había perdido con Tizoc y en la región de Tochpan conquista Tziuhcoac, Tuzapan, Temapachco y Miquetlan, una vez más porque estaban rebeladas y los cautivos de guerra fueron sacrificados en honor al levantamiento del templo de Huitzilopochtli.
Con el reinado de Moctezuma Xocoyotzin (Moctezuma II) entre 1502 y 1520, continúa la sujeción de Tochpan por la Triple Alianza, re conquistándose Miquetlan y Tetzapotitlan. Tochpan aparentemente no se volvió a rebelar.
Entre los monumentos que atestiguan esta ocupación mexica de lo que siglos más tarde se convirtió en el puerto de Tuxpan, se puede mencionar la Lápida de la Calzada (figura 7), alguna vez exhibida en el museo arqueológico de la ciudad y que según Ochoa y Graulich (2003) procede de Tabuco, sitio arqueológico que Ochoa (19799 consideraba como el antiguo Tochpan, situación que ya ha sido aclarada en esta y otras oportunidades.
Se trata de una lápida de arenisca tallada en bajo relieve en donde se plasmó el símbolo de una muerte (ce miquiztli) del cual sale el símbolo de la guerra sagrada, el atl-tlachinolli, indudablemente testigo de la ideología mexica en esta región costera.
Para estos autores esta fue la representación conmemorativa de las “víctimas huaxtecas inmoladas en estas ocasiones a la Guerras Sagrada instaurada en 1454, al tiempo de conmemorar un siglo del aniversario de las primeras guerras de conquista en la época de Moctezuma I en la Huaxteca” (Graulich y Ochoa, op. cit: 113).
Conclusiones
Como hemos visto, los documentos etnohistóricos señalan que la región sur de la Huasteca mantuvo relaciones con Texcoco en la fase temprana de la Triple Alianza, lo cual parece corresponder con un rompimiento de algunos patrones culturales autóctonos, como hemos encontrado en las excavaciones más recientes de Tabuco.
A la muerte de Nezahualcoyotl, el huy tlatoani de Texcoco, inicia la supremacía tenochca en la región de la Costa del Golfo Norte con Moctezuma I y después con Axayácatl y sus sucesores, quienes mantuvieron el control de las unidades políticas autóctonas o bichou.
Como hemos señalado, Tabuco y Tochpan fueron dos asentamientos diferentes, el primero fue la cabecera temprana del bichou de Tochpan, y el segundo, fue el asentamiento más tardío. Posiblemente el cambio de sede haya obedecido a la necesidad de mejor ubicación y respuesta a las nuevas condiciones económicas y políticas derivadas de la irrupción de los grupos de la Cuenca de México.
La estrategia de control administrativo fue la imposición de un calpixque después de continuas rebeliones se implementó también un cuauhtlatoa o gobernante menor del imperio como estrategia de control administrativo directo sobre bienes de alto valor comercial y de prestigio, así como el control de producción y distribución de los recursos autóctonos, sobre todo, el algodón.
Así mismo, se estableció una guarnición militar con arquitectura mexica en un punto de frontera y cerca de la continuamente rebelada Miquetla.
Los cambios en las estrategias y grupos de poder fueron cambiando de acuerdo a las condiciones políticas de las tres partes del Imperio, las cuales se vieron reflejadas en Tuxpan que están empezando a conocerse gracias a las investigaciones arqueológicas realizadas en lo que aún queda del gran Tabuco.
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