Clavos y llaves

Por  Andrés Timoteo/ Texto Irreverente

La suma de todos los miedos de los fidelistas –como ya se había dicho- comenzó a materializarse la madrugada de ayer martes cuando los integrantes del  Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aprobaron la formación de una alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) para los comicios del mes de junio que renovarán la gubernatura y las 50 diputaciones en el congreso local. Así, no solo se resistió a las intentonas del gobierno estatal para reventar dicha coalición sino que posiblemente se alistaron los clavos del ataúd para el priísmo gobernante en la entidad y  también las llaves de la prisión para los fidelistas.

Aun con el ofrecimiento de cantidades millonarias, de concesiones en el transporte público, de participación en negocios al amparo del poder, la entrega de notarías públicas, ranchos, mansiones, vehículos y hasta la oferta de ser parte del “próximo gabinete” del gobierno estatal si el tricolor sale triunfante, la votación para el acuerdo aliancista fue contundente: 24 votos a favor y  uno en contra. Y ese voto en contra tiene una lectura particular porque lo emitió la exdiputada local veracruzana Margarita Guillaumín Romero, de la corriente Frente de Izquierda Progresista.

Pero la corriente no es lo importante sino sus nexos con el gobierno estatal ya que  Guillaumín fue señalada de haber sido cooptada económicamente durante el sexenio de la fidelidad cuando  fungió como diputada estatal y presidenta de la comisión legislativa de Derechos Humanos para aprobar todas las iniciativas del impresentable exgobernante y guardar silencio en temas delicados de violación de garantías individuales de la población. Sospechoso también es que haya votado en contra siendo muy cercana de Rogelio Franco, el dirigente estatal y del  también exlegislador local, Manuel Bernal Rivera, otro fidelista de antaño pero que ahora aplaude la coalición con el panismo.

Los burlones dicen que el voto en contra de Margarita Guillaumín fue para no tener que devolver el dinero que les habían entregado desde la Secretaría de Finanzas, bueno dicen que un tal Villegas es el ‘soltador’ de recursos contra la alianza. Imagínense. En fin, esa votación casi unánime al interior del CEN también fue posible porque el dirigente nacional perredista, Agustín Basave presentó su renuncia al cargo como medida para atajar a los consejeros que pugnaban por no aprobar las alianzas electorales en varios estados pero principalmente en Veracruz que es, como mucho lo han expresado, la “joya de la corona” por el número de electores que representa.

No es algo menor que el presidente de un partido ponga en prenda su encomienda y que particularmente haya señalado al gobierno del Javier Duarte de Ochoa de intentar boicotear la coalición pues eso sirve para medir el grado de injerencia –vía sobornos monetarios, no políticos porque de esos no tienen influencia los fidelistas- para tratar de evitar que el PRD se uniera al PAN en los comicios del mes de junio. De allí que la madrugada del martes también se oyó el rechinar de dientes y el fluir de adrenalina en los integrantes de la fidelidad.

Ante tal noticia, seguramente está colapsado y a base de “estimulantes” químicos -como acostumbra-, el innombrable en el consulado espurio de Barcelona mientras en Jalapa sin duda se agotaron los medicamentos anti-diarreicos entre los integrantes de su clan. Vaya, ni los rezos a la Santísima Muerte en Tepito le funcionaron para impedir esa alianza que pone a su enemigo público, el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares, virtual candidato de esa unión de fuerzas políticas, en la antesala de palacio de gobierno. Ese es el eje de sus pavores pues  ha prometido llevarlos a prisión.

Es, claro,  noticia histórica la construcción de dicha coalición además de ser  la segunda ocasión en que el PRD está  tan cerca de un triunfo en la gubernatura. La primera fue hace 18 años, en las elecciones de 1998, cuando se pretendía postular al expriista Ignacio Morales Lechuga que encabezaba las encuestas para derrotar al candidato del tricolor, Miguel Alemán Velasco pero el entonces líder moral del Sol Azteca, Cuauhtémoc Cárdenas lo vetó y así se perdió aquella primera oportunidad histórica de poner fin a la zaga de gobiernos priístas en Veracruz.

Hoy al parecer la historia se está contando de manera distinta y la confirmación del acuerdo aliancista entre panistas y perredistas ya tiene repercusión inmediata en el PRI, aun antes de los comicios formales. Para empezar se cancela la posibilidad de postular al dirigente estatal y diputado federal por Tuxpan, Alberto Silva Ramos de quien se había dicho sería impuesto por el gobernante en turno en el caso de que no existiera esa coalición opositora. Se le cae su sueño de opio de  ser candidato a la gubernatura.

De acuerdo a las fuentes internas del priísmo, el Frente Amplio Opositor como se le llama a la alianza del blanquiazul con el Sol Azteca también asegurara la postulación en el PRI de Héctor Yunes Landa para hacerle frente a su primo, Miguel Ángel Yunes, aunque él senador se encuentre por abajo del mismo Yunes Linares en las preferencias ciudadanas.  A la par, los priístas están declarando en coro  que no le temen a la alianza PAN-PRD pero a la vez anuncian una “gran alianza” de siete partidos y organizaciones políticas con el tricolor.

No es algo inédito, solo llamarán a sus satélites como el PVEM, el PES, el PANAL, los locales Partido Cardenista y AVE, y hasta se podría sumar al otrora izquierdista Partido del Trabajo para formar esa “alianza del miedo”. Hay, pues, desde ayer una convulsión entre los fidelistas -el innombrable y el gobernante en turno principalmente- que no dormirán en adelante y en sus delirios nocturnos seguramente verán a Yunes Linares abriéndoles la reja de una bartolina en el penal de Pacho Viejo.

EL MALHABLADO

El que debe lavase la boca con jabón de lejía es el expanista cordobés, Juan Bueno Torio, quien de unos días a la fecha se volvió un lépero y lanza groserías a diestra y siniestra. Su palabra preferida es “pendejo” y acusa que es una “pendejada” la versión de que cobró en euros al gobierno estatal su salida del blanquiazul y que sus empresas estén en quiebra y para recomponerlas se vendió la priísmo a cambio de provocar una desbandada en el PAN, lo que no ha logrado hasta el momento. Vaya que al señor Bueno Torio se le aplica la medida clásica para distinguir a un fidelista disfrazado: si camina como pato, nada como pato y grazna como pato, pues es un pato. ¿No creen?.

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