Bueno Torio hizo una copia calca de lo que hizo Gerardo Buganza en el 2010 para servir al gobierno del Estado y al PRI para tratar de dividir la amenaza de triunfo del PAN.
Por Andres Timoteo/Texto Irreverente
El término francés “déjà vu” se ha universalizado y significa “algo ya visto”, una “repetición” y en la actividad política de Veracruz el concepto es perfectamente aplicable a lo que sucede en el Partido Acción Nacional (PAN), infiltrado en una parte por el gobierno estatal y la fidelidad. Ayer el cordobés Juan Bueno Torio renunció al blanquiazul, como lo adelantó en exclusiva de este periódico, y acudió ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE) a solicitar su registro como candidato “independiente” en los comicios del 2016 que renovarán la gubernatura.
Así, la maniobra se repite como una copia-calca de lo que hizo Gerardo Buganza en el 2010 y la estrategia es demasiado obvia: tratar de dividir a los panistas y bloquear al inminente abanderado Miguel Ángel Yunes Linares, considerado una amenaza para la clase fidelista gobernante. Bueno Torio se ‘abuganzó’ y cedió a los cortejos de palacio de gobierno para convertirse en el ariete contra el pre-candidato que encabeza los sondeos ciudadanos. En todas las encuestas, Yunes Linares aparece arriba del resto de aspirantes, incluyendo a los dos senadores priístas, José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, éste último su primo-hermano.
No es de extrañar pues en los hechos Bueno Torio y Gerardo Buganza tienen vidas políticas paralelas, similitudes muy marcadas y ahora se comprueba que también convicciones de papel – papel-moneda, claro- ya que la leyenda cuenta que hubo muchos documentos de alta denominación para convencerlo de seguir el camino de Buganza Salmerón. Para empezar Bueno Torio es cordobés como Buganza, ambos están emparentados familiarmente y los dos vivieron mucho tiempo de los cargos públicos y políticos que Acción Nacional les otorgó.
Juan Bueno ganó un solo cargo de elección popular en sus 22 años de militancia panista y fue en 1997 cuando se convirtió en diputado federal por el distrito de Córdoba. Todos los demás puestos en el gobierno federal –fue subsecretario de Economía y director de Pemex-Reginación – se los dieron por pertenecer a la camarilla de políticos foxistas mientras que los legislativos –una senaduría y una diputación federal – fueron por la vía plurinominal, es decir, se los obsequiaron desde la cúpula y nadie lo eligió en las urnas.
Por eso genera risa lo que ayer dijo durante su conferencia de prensa ofrecida en el puerto de Veracruz en la que se quejó de que en el PAN hay “ pragmatismo y decisiones cupulares que deja al margen a la militancia” . ¿Qué fueron, entonces, los diez años que vivió de la nómina parlamentaria y los otros seis años que cobró como funcionario federal porque los ciudadanos no lo eligieron para desempeñarse en tales encomiendas?. Ya no se diga lo que presumió de haberse desempeñado con “absoluta honestidad” en los mismos ya que hubo expedientes judiciales de investigación abiertos por casos de presunto enriquecimiento ilícito a su paso por Pemex.
En fin, no hay sorpresas, era lo que se había anticipado de Bueno Torio al que desde hace varios meses lo comenzaron a llamar el “pre-candidato rojo” al interior del mismos Acción Nacional y ayer quedó demostrado. Va por la una candidatura “independiente”, igual que Gerardo Buganza, su alter-ego. Ya son dos rojos vestidos de independiente y a la zaga se unirá, sin duda, el experredistas Elías Miguel Moreno Brizuela y posiblemente el exfuncionario estatal, Francisco Valencia, a quien palacio de gobierno impulsa como candidato interno del PRD con la consigna de reventar la alianza con el PAN.
Se prevé también que Valencia renuncie al Sol Azteca y convoque a los militantes a irse a su lado. La lectura del asunto no es complicada y revela el miedo que Yunes Linares desata entre los priístas –y concretamente entre los fidelistas- ya que palacio de gobierno está financiando a cuatro precandidatos a la vez para tratar de restarle voto al panista: Buganza, Moreno Brizuela, Valencia García y ahora Bueno Torio.
Nada más para que se note la perfecta coordinación entre Bueno Torio y el priísmo fidelista, el cordobés todavía no terminaba de ofrecer su discurso en un hotel del puerto de Veracruz cuando el dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos ya estaba dando un pronunciamiento al respecto para declarar que la alianza PAN-PRD “está muerta” con la salida del cordobés y los operadores estatales llamando las redacciones de todos los medios informativos para comprar espacios publicitarios para dar entrada al pronunciamiento de Juan Bueno Torio y las declaraciones de Silva Ramos.
Coordinadamente se le acondicionó la asociación civil “Bueno es el mejor” –umm,¿ no les suena a algo así como “Generando Bienestar”? – para poder registrarse ante el organismo electoral, además de que el propio Buganza le extendió la invitación para unir fuerzas contra Yunes Linares y el resto de los partidos satélites del PRI como el fidelista Alternativa Veracruzana (AVE) también le abrieron las puertas para postularlo como su candidato. ¿Así o más obvios?.
Algunos dirán que Bueno Torio le hará un boquete al panismo estatal pero la realidad es que nunca tuvo un grupo político importante y su liderazgo se limitó a la zona centro. En fin, durante los próximos días ser verá si hay desbanda o no de militantes azules y la otra pregunta interesante es saber si el futuro candidato del PRI a la gubernatura, sea José Yunes o Héctor Yunes aceptarán a Bueno Torio como su próximo secretario de Gobierno como Javier Duarte lo hizo con Gerardo Buganza como pago del favor político.
Y claro, los devaneos de Bueno Torio con el tricolor y en especial con la fidelidad no son nuevos. En el 2004, se rehusó a apoyar a Buganza, en ese entonces candidato panista a la gubernatura y en cambio se promocionó con el abanderado priísta, el impresentable.
En el 2010 también navegó con disimulo sin apoyar al blanquiazul y hoy al fin se soltó la cabellera. Si lo sabe Dios que lo sepa el mundo, ha de decir, tal es el sainete.