Durante la homilía de jueves Santo, Benedicto XVI lanzó una inusual condena a los clérigos que cuestionan las enseñanzas de la iglesia sobre el celibato
Benedicto XVI centró su discurso en la misa de La Habana, último acto público del Sumo Pontífice en la necesidad de un cambio por el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad
El papa Benedicto XVI hizo el jueves una inusual y explícita condena a los sacerdotes que han cuestionado las enseñanzas de la Iglesia sobre el celibato y la ordenación de mujeres en el clero, destacando que son egoistas al desobedecer su autoridad.
Benedicto hizo la crítica en su homilía de Jueves Santo, cuando los sacerdotes renuevan los votos que realizan cuando se les ordena.
Un grupo de sacerdotes austríacos inició en el 2006 la Iniciativa Pfaffer Initiative, una exhortación a la desobediencia destinada a abolir el celibato en el sacerdocio y una apertura a que las mujeres mitiguen la escasez de sacerdotes.
Benedicto dijo que los disidentes afirman estar motivados por la preocupación por la iglesia.
Pero insinuó que en realidad sólo hacían «una presión desesperada de hacer algo para cambiar a la iglesia siguiendo sus propias preferencias e ideas» .