Por Inés García Nieto
El que los integrantes del crimen organizado veneren a la muerte, demuestra su necesidad de creer en algo. No los condeno, pero están en el camino equivocado, declaró el fraile franciscano Tomás González Castillo, integrante de la caravana de migrantes denominada “paso a paso hacia la paz” que el domingo 31 de julio llegó a Orizaba, Veracruz, antes de continuar a Puebla y al Distrito Federal.
El creyente católico fue entrevistado a unos pasos de la vía del ferrocarril en la colonia Modelo, lugar donde hace 20 años el sacerdote Ricardo Zapata creó la casa del Migrante, cerca de la parroquia “María Auxiliadora”, ubicada entre Orizaba y Río Blanco, municipios fabriles de la región centro del estado.
Tomás González señaló que mientras que unos hombres delinquen empujados por llenar su vacío existencial, a otros no los detiene el peligro de perder la vida y la libertad, en su reto de cruzar suelo mexicano para llegar a trabajar a Estados Unidos, pues el amor hacia su familia es más grande que todo riesgo.
Sostuvo:
Ese amor es profundo y admirable, como admirable es su búsqueda de dar una vida digna a los suyos en su país de origen. Eso es algo que cuesta trabajo entender a los integrantes del crimen organizado, porque su vida infantil no supo del afecto de sus padres, de una correcta educación ni de la solidaridad de la población.
El joven fraile que a la caravana procedente de Honduras se unió en Tenosique, Tabasco, dijo a los miembros del crimen organizado que en Chiapas, Oaxaca y Veracruz se han dedicado a secuestrar a los migrantes procedentes de Centro América:
“Hacemos un llamado a su conciencia, sabemos que ellos están organizados para lastimar y comercializar a nuestros hermanos de Honduras, El Salvador y Guatemala y otros países pobres, porque se les negó un lugar en la sociedad, se les negó el amor, pero la violencia no es opción a nada.
Creemos que las personas que delinquen han sido llevadas a esa situación porque el gobierno, las instituciones han descuidado la educación; el sistema político de nuestro país ha permitido que los gobiernos se corrompan y vivan en la impunidad, y nuestra iglesia ha hecho muy poco a favor de los pobres”.
¿Esta pobreza de atención a los pobres por parte de los creyentes ha permitido que algunos de ellos busquen a la muerte como su protectora?
El fraile Tomás González responde y concluye:
Así es. Por desgracia al paso del tiempo esos hombres tomaron el camino equivocado porque solo Jesucristo es el camino, la verdad y la vida. El venció a la muerte al resucitar al tercer día, y eso es algo que desconocen o subestiman los seguidores de la muerte; al final del camino se darán cuenta de ello, pero será demasiado tarde.
El 20 de agosto de 2010, elementos de la XXVIII Zona Militar con sede en Tuxtepec, Oaxaca, rescataron a diez migrantes secuestrados en Tierra Blanca, Veracruz, por quienes pedirían rescate a sus familias. Los secuestradores tenían a la muerte en un altar, y a ella rezaban antes de salir para tener protección, según narraron los jóvenes indocumentados no mayores de 30 años.
En México, el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue “Hermanos en el camino” en Ixtepec, Oaxaca, está al frente de esta caravana de migrantes que piden aparezcan sus familiares desaparecidos en suelo mexicano.
En Tierra Blanca, los responsables de la caravana “Paso a paso hacia la paz” entregaron al relator de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) dependiente de la Organización de los Estados Americanos, Felipe González, una relación de testimonios de violencia vivida por migrantes en el sureste de México.