¿Se va o no Duarte? es el dilema.
Por Edgar Hernández/Línea Caliente
La reprobación generalizada a su gestión, los pasivos sangrientos y financieros en los que ha metido a Veracruz y su pésima imagen a nivel nacional e internacional han provocado que el gobernador Javier Duarte quede prendido a una alcayata ardiendo.
Sin datos más allá de los que proporcionan acreditados periodistas tras una serie de hechos sangrientos que tienen de luto a Veracruz, aunada la señalada ausencia del gobernador Javier Duarte de sus oficinas, hacen previsible que en cualquier momento se clarifique su permanencia o se registre una inédita solicitud de licencia a su responsabilidad.
Y es que a 293 días de que se retire formal y constitucionalmente de la gubernatura ya nadie lo aguanta.
Esa es al menos la percepción de la opinión pública sustentada en una serie de acontecimientos misma que ha provocado la total paralización del gobierno que no acierta, que ha enmudecido, que ha dejado en manos de un incompetente secretario de Gobierno, Flavino Ríos la gobernabilidad de Veracruz que por cierto no existe.
De días atrás se empezó a fortalecer la versión de la salida de Duarte, particularmente tras la desaparición de los jóvenes de Tierra Blanca, entregados por la policía que encabeza Arturo Bermúdez al crimen organizado, que presuntamente los asesinó, calcinó y arrojó a una gran fosa común en el rancho “El Limón”, en Tlalixcoyan, donde no solo ubicaron a los 5 levantados, sino los restos de 300 a 400 personas de origen desconocido.
Una primera versión periodística que consta a la periodista Sandra Segura, misma que hace pública el 30 de diciembre pasado en una columna denominada “La araña de Palacio”, en Notiver, da cuenta de un enojoso encuentro de una señora de la tercera edad con “amigas de la escuela” a quienes platica que recién regresa de España “decorando la casa donde vamos a vivir”.
“En ese momento una voz sale del grupo y dice sin miramientos: Si, la casa que compraron con dinero de los veracruzanos ¿no?.. Se hace un silencio de entierro y la conocida señora de la sociedad veracruzana baja la cabeza y comienza a comer sin decir nada”, relata la periodista.
Y remata:
“Esto no es cuento, ni un invento, sucedió en un restaurante hace poco a una mujer muy cercana o a la única que debiera preocuparle la actuación de cierto personaje en el gobierno de Veracruz”.
Acaso el dato se pierda en lo anecdótico, sin embargo, semanas después un acreditado columnista Filiberto Vargas reproduce el pasado 6 de febrero en su leído espacio bajo el título “¿Duarte se va?” que, según versiones que le llegaron de la capital del país “en los próximos días Javier Duarte solicitará licencia a su cargo” para ir al Infonavit.
Ya desde las vacaciones de fin de año la prensa estatal daba cuenta además de la compra de una casa en Barcelona de parte de la familia Duarte, no hubo sustento que la acreditara.
Sin embargo este jueves 11 en el diario “Imagen” del sur de la entidad, bajo el seudónimo “Se dice que”, por Maquiavelo, que en realidad es la voz de Pepe Robles adelanta los cambios que se vislumbran.
“Fortaleciendo la versión de los últimos cambios en el gabinete del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se enriqueció la versión de algunos columnistas de la salida del gobernador Javier Duarte de Ochoa, aunada la presencia de mudanzas en la casa de Gobierno de la ciudad de Xalapa y los continuos viajes al extranjero del ejecuto estatal”.
La columna precisa además que los hijos de Duarte y Karime “de hecho ya estudian en el extranjero”.
En tanto, la leída columnista Claudia Guerrero, en su espacio editorial y bajo el título de “Onta” Karime! da cuenta que la primera dama de Veracruz está de viaje en Europa. “Y en exclusiva, en Italia”…
“…la consentida de Tony Macías busca cómo invertir los dineros generados por su “puritito” esfuerzo… Piensa comprar bienes raíces y si alcanza para un castillo, pues qué carajo, lo compra, con tal de tener el inmueble de sus sueños… Los mismos, que hace 12 años eran impensables… Hoy son una realidad y se generaron por los desvíos de recursos que realizó su esposo, Javier Duarte de Ochoa, a su paso como Gobernador de Veracruz…”
Revela además el estado etílico en que se encuentra el señor Duarte resultante de la crisis gubernamental.
Eso a nivel estatal ya que la prensa nacional se lo come vivo.
Escribe Roberto Vizcaino ¿Cuánto falta para que el gobernador de Veracruz sea echado a patadas del cargo? El diario “El Financiero” habla del manto de impunidad que cubre a Duarte y Milenio, al igual que Reforma y Excelsior exigen la inmediata intervención de la PGR en Veracruz.
Mientras “La Jornada” adelanta que la Auditoría Superior de la Federación “Suma más denuncias por saqueo en el gobierno del estado”
¿Todo ello son señales?
Tal vez. Lo cierto es que buena parte de lo publicado trae evidencias, hechos y dichos de versiones presenciales como el retiro de muebles de Casa Veracruz.
El punto, sin embargo, es que la verdad solo la cargan cuatro personas: el presidente Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones quien observa con alarma la pérdida de la plaza a manos de Miguel Angel Yunes Linares, Javier Duarte y el mejor amigo de Javier, Alberto, el “filtrador” del dato.
En fin, que esto no se acaba hasta que se acaba.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo