Por Ramón Rodríguez Rangel
Veracruz ha lanzado un SOS, una señal internacional de auxilio por el clima de barbarie que existe en la entidad, que se mantiene como una isla dentro del territorio nacional a donde no han llegado los avances en civilidad y democracia que se han logrado en otras regiones de México, un estado con grandes riquezas naturales que es uno de los que tiene mayor índice de pobreza en el país y el lugar mas peligroso del mundo para ejercer la libertad de expresión como lo consigna Reporteros sin Fronteras.
Una isla que pareciera del África más salvaje o del Caribe con sus Tonton Macoute, no obstante la cercanía a la propia capital de la república, donde la inseguridad y la violencia mantienen en zozobra permanente a la población, donde la corrupción, la desviación y robo de recursos públicos para la salud y la educación por ejemplo, ha sido documentada por la propia Auditoria Superior de la Federación, sin que se aplique la justicia a los veracruzanos.
El presidente Enrique Peña Nieto quiere mover a México, hacia su desarrollo pleno dice, pero permanece indiferente ante la grave situación que ocurre en esta entidad, porque en el libro Desarrollo y Libertad de Amartya Sen Premio Nobel de Economía, se afirma que el desarrollo exige la eliminación de las principales fuentes de privación de libertad: la pobreza y la tiranía, la escases de oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas, el abandono de los servicios públicos, la intolerancia y la represión del estado.
El gobernador Javier Duarte de Ochoa por “sus servicios electorales” al partido en el poder, se conduce con total impunidad, a pesar de los más de 12 periodistas asesinados en el estado durante su gestión, se ha dado el lujo de amenazar a los comunicadores públicamente como ocurrió recientemente en Poza Rica “pórtense bien, porque ya voy a empezar a actuar”, para él portarse bien es adoptar una actitud sumisa con el régimen estatal. La fiscalía estatal no tiene mayor problema para eludir responsabilidad al descalificar infundadamente, los periodistas asesinados, han tenido una muerte justificada porque afirma “andaban con la delincuencia organizada”, cuando entre las victimas ultrajadas hay reporteros de la talla de Regina Martínez ex corresponsal de Proceso y periodista ejemplar.
No hay estado de derecho en Veracruz, porque como lo afirma el filosofo y jurista Elías Díaz, el estado de derecho es el estado sometido al derecho, el estado cuyo poder y actividad vienen regulados y controlados por la ley, el autor español considera que la legalidad engendra seguridad y que “el reino de la arbitrariedad es el reino de la total inseguridad y la intolerancia”.
Cuando se ausenta la legalidad, queda el campo abierto para la barbarie, Luis Recasens Siches es su manual de sociología afirma que las varias figuras del estado totalitario, todas ellas monstruosas y engendradoras de las peores catástrofes, degradan al hombre, al individuo, que es el único ser humano substante, privándolo de su dignidad y reduciéndolo a la condición de pura pasta para alimento del Leviathan.
La barbarie es la negación dialéctica de la civilización, la Real Academia Española la define como rusticidad, falta de cultura, fiereza y crueldad, actitudes que se han visto no solo en los asesinatos de periodistas, sino también en los secuestros y ejecuciones que ocurren todos los días en el Estado de Veracruz, crueldad que exhibió el gobierno del Estado el pasado 23 de diciembre cuando mandó a su policía de elite “la fuerza civil” a golpear con palos y toletes eléctricos a personas de la tercera edad, ancianos, pensionados a los que el gobierno de Javier Duarte negaba su pago mensual y aguinaldo que por ley les correspondía, exigir sus derechos les ocasionó tremenda golpiza que el Secretario de Gobierno pretendió justificar “no los reprimimos, solo los replegamos”.
Desde el 2013 los obispos de Veracruz alzaron su protesta, detallando que tristeza y angustia, es la realidad que se vive en Veracruz debido al pecado social que se comete en la entidad, en la que los habitantes han sufrido la violencia, la injusticia, la corrupción, la multiplicación de las adicciones y el desprecio a la vida, denunciaron en un documento pastoral, los nueve obispos de Veracruz.
En la carta pastoral de los obispos de la región Golfo, correspondiente a este estado, señalaron que la crisis de legalidad, impunidad y corrupción que se vive, ha llevado a la descomposición del tejido social, exponiendo que las familias veracruzanas siguen sufriendo de secuestros y extorsiones, como si la criminalidad hubiera hecho escuela.
Los jefes de la iglesia católica en las diferentes Diócesis del estado de Veracruz, dijeron que en este ambiente de inseguridad, todos somos vulnerables, citando el caso del asesinado de los curas de la parroquia de Ixhuatlán de Madero, Hipólito Villalobos Lima y Nicolás de la Cruz Martínez, quienes fueron masacrados en el mismo templo católico.
La Cámara de Comercio de Veracruz (CANACO) también protestó por la inseguridad y la excesiva alza de impuestos de un régimen estatal que no ha cumplido ni transparentado sus finanzas a los veracruzanos, configurando prácticamente un estado de quiebra financiera en la entidad.
El Gobernador le ha negado los recursos económicos que le corresponden hasta a la máxima casa de estudios de la entidad, la Universidad Veracruzana cuya rectora Sara Ladrón de Guevara denunció públicamente la injusticia y rectores de 60 universidades del país reclamaron al ejecutivo del Estado el pago del adeudo a esta institución de educación superior.
El Gobernador no tiene dinero para educación, salud, seguridad pública, ni para pago de pensionados, pero si para tratar de sobornar a Alfonso Salces director de uno de los pocos medios de comunicación independientes del Estado como lo es Notiver, para que cerrara espacios a su adversario político, el diputado federal panista Miguel Ángel Yunes Linares virtual candidato de Acción Nacional a la gubernatura de la entidad, ofreciéndole 8 millones de pesos mensuales, un avión y un departamento en Barcelona España, como lo documentó en una carta abierta el propio Salces.
Pero lejos de sentir culpa, vergüenza o cargo de conciencia, el Gobernador veracruzano se siente poderoso al grado de declarar públicamente a periodistas que el Presidente de la República lo reconoce “que nunca le ha fallado” por lo que le dejará la elección del candidato del PRI a Gobernador en sus manos, ¿premia Peña Nieto la barbarie en Veracruz? ¿el Presidente gobierna con la mafia? ¿el titular del Poder Ejecutivo nacional piensa acaso que Veracruz es un Estado de retrasados mentales? Lo que se ve es que la PGR no interviene en el Estado, a pesar de las denuncias explicitas de la Auditoria Superior de la Federación por desviación de recursos públicos.
La conducta de Duarte que no se inmuta por las arbitrariedades que comete, tienen explicación en el libro “La banalidad del mal” donde Hannah Arendt explica la falta de sentido de responsabilidad en los criminales nazis enjuiciados en Núremberg, aunque para muchos veracruzanos, lo que para la autora del “Origen del totalitarismo” es banalidad del mal, para ellos es autentico cinismo y desvergüenza. Recordemos que para el gobernante veracruzano el personaje ideal es el dictador Francisco Franco quien matara a disidentes a garrote vil.
Así ha querido eliminar las distintas formas de libertad de expresión de Veracruz, en el 2011 encarceló a tuiteros del puerto de Veracruz acusándolos de terrorismo equiparado, por el hecho de difundir versiones de enfrentamientos entre la marina y narcotraficantes en esa ciudad puerto, promulgando la ley de “perturbación social” para reprimir la libertad de expresión en las redes sociales olvidando lo que dice el filosofo alemán Jürgen Habermas en el sentido de que sin la fraternidad y potenciación de las redes sociales es imposible que se protejan los individuos porque “somos lo que somos gracias a nuestra relación con otros”.
El gobierno de Veracruz ha buscado, como Hittler cuando llego al partido Nazi, eliminar o cooptar a líderes de opinión y de partidos de oposición, llevando a cabo una campaña feroz contra los que piensan diferente, buscando desterrar o congelar la critica, la autonomía y el ejercicio de la ciudadanía plena, buscando socavar la libertad política que, como dice jurista Hans Kelsen en “Teoría General del Derecho y del Estado”, la libertad política en el fondo es autonomía, autonomía que distingue al ser humano.
Emmanuel Kant afirma en “La Teoría de la Justicia” todo lo que no es para uso de la libertad, es un obstáculo para la libertad, como todo lo que no es conforme al derecho, según las leyes universales es un impedimento para la misma libertad, por lo que en Veracruz no estamos viviendo en libertad ni conforme al derecho.
A finales del 2016 se termina el sexenio trágico de Javier Duarte, por lo que es necesario que antes se debe reestablecer el estado de derecho en Veracruz, para ir construyendo un verdadero estado democrático de derecho, ahora es Duarte, pero quien garantiza que en lo futuro, algún otro monstro tome el poder del Estado, ya no queremos más de lo mismo y para evitar ello, el gobierno de la republica debe supervisar la llegada de la legalidad y el orden a la entidad, de acuerdo al pacto federal, y legislativamente se tienen que crear las reformas que permitan acotar el poder, para buscar mediante nuevas leyes, un verdadero equilibrio de poderes, que propicie un verdadero saneamiento del ejercicio público en Veracruz, se tiene que avanzar contra la impunidad, aplicando la ley estrictamente sin condicionarla a factores políticos electorales.
Lo anterior es necesario si se quiere un verdadero avance democrático en el país, porque si lo que se quiere mantener a una banda en el poder, habrá Duarte para más rato, claro hasta que los Veracruzanos se decidan en las urnas electorales, muy pronto se tendrá que elegir, entre las tinieblas y la luz, el pueblo ha despertado y ya no lame los grilletes que se le han impuesto, no importa quien gane las próximas elecciones de Gobernador, los días de la dictadura en esta isla de México, parecen estar contados, esperemos que así sea, porque de lo contrario…