Por Pablo Hiriart/Uso de Razón/El Financiero
De las 12 elecciones para gobernador que habrá el próximo año, sólo Veracruz es crucial para 2018. Tiene el tercer padrón más numeroso del país y el PRI podría perderlo, como tiene perdidos el Distrito Federal, Jalisco y Nuevo León.
Veracruz podría ser un clavo al ataúd de las aspiraciones priistas para retener la presidencia en 2018, lo que no sucederá con ninguno de los otros estados.
Esa es la razón por la cual en los círculos que toman decisiones en el partido gobernante existe la idea de adelantar el lanzamiento de su candidato al gobierno del estado.
Por la oposición ya hay un candidato en campaña:
Miguel Ángel Yunes Linares, quien de ganar ejercería el cargo por sólo dos años, tiempo suficiente para cumplir su única promesa de campaña, que es procesar penalmente al gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Yunes Linares dice que sólo necesita tres meses para encarcelar a Duarte. Esa es su oferta al electorado y las graderías responden con una ovación, como siempre que se ofrece sangre.
El PRI, sin embargo, no tiene a nadie en la vitrina, o tiene a muchos, que es como no tener nada.
En lugar de esperarse a febrero para lanzar la convocatoria para elegir al candidato a gobernador, el PRI podría apresurar los tiempos para no dejar solo a Yunes Linares con su atractiva promesa que, por lo demás, nadie duda que cumplirá.
La alianza PAN-PRD se va a dar en Veracruz por múltiples razones, pero esencialmente porque el PRD no tiene de otra que unirse al PAN porque de lo contrario su destino como partido político se vería muy comprometido.
Por más que se diga que no se pueden juntar el agua y el aceite, o que hay numerosos perredistas inconformes con aliarse al PAN en ese estado, lo cual es cierto, al PRD no le queda de otra que cobijase bajo el alero de Acción Nacional.
Esa alianza entre panistas y perredistas en Veracruz es prácticamente un hecho, porque así lo acordaron las dirigencias partidistas a nivel nacional, aunque se enojen los locales. Ya se les va a quitar.
De por medio, para los aliados, está arrebatarle al PRI uno de sus bastiones históricos que lo dejaría semidesnudo rumbo a las elecciones presidenciales de 2018.
¿Qué candidato va a sacar el PRI para enfrentar a Yunes Linares?
La idea, hasta ayer, era lanzar al senador Héctor Yunes Landa, por tratarse de un personaje al que no se le podía ligar con el gobernador Duarte.
El otro Yunes, José, quizá el más preparado de todos los precandidatos en disciplinas financieras, no levanta las pasiones que en este caso se requieren para encabezar una opción ganadora.
Y la tercera opción es llevar a un candidato del gobernador y dejarle todo el paquete a Duarte, quien sabe lo que se juega si es que pierde.
Esa alternativa, consideran en el PRI, está condenada a la derrota.
El cubo de Rubik priista tendrá que quedar listo en las siguientes semanas o días porque hasta ahora el único que se pasea como candidato es un peso completo, Miguel Ángel Yunes Linares, de la coalición PAN-PRD.