Tan solo en 1999 una simple tormenta tropical inundó el puerto
Por Ramón Rodríguez Rangel
No Patricia, pero si Juana o Georgina podrían llegar a impactar la región de Tuxpan en cualquier instante, ya no dentro del periodo normal de huracanes y ciclones, sino fuera de este por el cambio climático global que ya estamos padeciendo.
Tuxpan está en la línea directa de impacto de los huracanes que vienen del caribe y atraviesan la Península de Yucatán, el arribo de estos fenómenos meteorológicos por su frecuencia ya son vistos con normalidad por los porteños y los veracruzanos que le han perdido el respeto a la fuerza de los vientos y el agua que traen consigo.
Cuando se ha anunciado la entrada de un huracán a Tuxpan, luego luego nos imaginamos un huracán tipo 1, 2 o 3 de categoría, un fuerte viento y algo de agua pero la mayoría de la población continua con sus actividades normales, suponiendo que el huracán no entrará finalmente a Tuxpan, que se desviará a otra región como ha ocurrido la mayoría de las veces que se anuncia su llegada y que los vientos y las lluvias serían dentro del parámetro normal, nada nuevo y mucho menos se advierte la amenaza o el peligro eminente de este meteoro.
Se nos olvida que en Tuxpan no hace falta un huracán para que la ciudad se inunde como ocurrió en el 99, que tan solo con las lluvias de una tormenta tropical menor nos estamos ahogando en este puerto, por el efecto de las mareas en el río, del agua que baja de la sierra por el afluente y por la falta de infraestructura de drenajes y desagües en esta urbe que en gran parte se construyó sobre partes bajas e inundables que antes eran ciénagas.
Pero eso no es lo que más nos debe preocupar, sino el posible impacto de un huracán categoría 4 o 5 que tendría efectos devastadores en la ciudad y en la región, dejando en la destrucción y el aislamiento a Tuxpan.
Los huracanes categoría 4 causan daños generalizados en estructuras protectoras, desplome de tejados en edificios pequeños. Alta erosión de bancales y playas. Inundaciones en terrenos interiores. Trae vientos de 210 a 250 km/h.
El huracán categoría 5 hace necesaria la evacuación de zonas residenciales por el potencial de viento y agua, alcanzando velocidades de más de 250km/h.
Tan solo el huracán Patricia hizo impacto el pasado viernes 23 de octubre de 2015 con vientos de 325 km/h en la costa de Jalisco. El propio presidente de Estados Unidos Barak Obama alertó que se trataba del huracán más intenso en toda la historia mundial.
Para fortuna las medidas preventivas de protección civil del gobierno federal y el plan de emergencia de la marina y el ejército hizo posible que se redujeran al mínimo los daños sobre todo en el aspecto de vidas humanas.
Sin embargo, no tenemos garantía que un huracán categoría 4 o 5 o de plano como Patricia pueda impactar próximamente en Tuxpan y la región, por lo que se requiere poner en marcha una política de prevención y emergencia ante la amenaza de cualquiera de estos meteoros.
Lo peor es que ni el director de emergencia y desastres de Protección Civil Estatal conocen las dimensiones del peligro de algunos de estos huracanes como lo exhibieron en entrevista con Expreso de Tuxpan (5 de septiembre de 2014). Por lo que sin ningún conocimiento de nuestras autoridades de lo que esta amenaza meteorológica representa, el peligro es mayor porque de presentarse nos tomaría completamente desprevenidos.
Son miles de familias que habitan en los bordes o faldas de los cerros y en partes bajas inundables, sin que exista algún plan de reubicación para ellos, ¡vaya! ni siquiera hay un respeto en la autorización de asentamientos humanos de acuerdo a la ley en la materia y a un plan de desarrollo urbano.
En 1955 Tuxpan se vio afectado por el impacto de tres huracanes, en lo que fue la tormenta perfecta para este puerto, primero el huracán Gladis azotó la región el 05 de septiembre, luego el 19 de septiembre azotó el huracán Hilda con 270 km/h a las 4:30 de la madrugada y posteriormente el 29 de septiembre llegó a la zona el huracán Janeth.
Según el cronista de la ciudad Salvador Hernández García, tres semanas duró la gran inundación en Tuxpan, la fuerza devastadora de estos huracanes motivó que Estados Unidos enviará a Tampico un portaaviones para auxiliar a la población de la región.
Ahora que además de estar en el blanco de los huracanes, todos estamos inmersos en el cambio climático global, podemos observar que los huracanes como Patricia llegan a obtener una fuerza sobrenatural más allá de las categorías establecidas, por lo que regiones como la de Tuxpan deben de estar en alerta permanente y sus autoridades civiles, navales y militares deben de preparar las estrategias o planes que sean necesarios para que en el caso de que en un futuro próximo Tuxpan sea impactado por uno de estos fuertes huracanes, el huracán no nos agarre dormidos, como lo hizo una simple tormenta tropical en 1999, debemos recordar que los huracanes son buenos para la agricultura, pero que representan también en su fuerza diabólica muerte y destrucción.
No tomar las medidas preventivas a tiempo puede representar un caso de negligencia criminal; nuestras autoridades tienen la palabra.
Editorial
